Disociados y afines, los felicito y los congratulo. Después de semanas comiendo peras al horno, de bailes al son de cantos de ballenas y de besos forzados con la negra, por fin un verdadero momento de felicidad: Venezuela no va al Consejo de Seguridad de la ONU.
“¡Chévere!”, dicen unos. “¡Viva Venezuela!”, dicen otros.
Otros llenos de regocijo “democrático” no pueden contener su emoción: “El mundo le dijo no al castro-comunismo”. En la confusión no saben si brindar con champaña o conformarse con la gratísima orgásmica sensación que produce el saber que con seguridad hay algo que hace infeliz a “alguien”.
En este mundo de emociones encontradas, en donde el amor es ciego y loco, y el odio ciego y bruto, la tendencia es aferrarse a los dictámenes del corazón por mas traicioneros que sean a las fuerzas de la razón.
El hecho es que George W. Bush y su pupilo también salieron derrotados gracias a la posición de Venezuela. Esa es la situación hasta ahora. Pero a ustedes la verdad es que no les importa quien o que sea afectado. Cualquier cosa es buena con tal de que Chávez también salga golpeado. Esto último es lo único que los llena de satisfacción.
En eso son consistentes.
El intento de destruir económicamente al país, el recordado paro “cívico”, lo justifican por haber sido un “honorable” intento de sacar de Miraflores al “odioso tipo ese”. El sacrificio de tanta gente “decente” hubiese sido de valor histórico si el desenlace hubiese sido la anhelada “salida”.
Si hubiesen aguantado por lo menos medio año cobrando salario sin trabajar… El país quiebra, los marines intervienen… Hubiese sido maravilloso.
El suicidio político de la abstención de diciembre 2005 también hubiese sido “priceless” si hubiese desencadenado violencia, treinta muertos y la consoladora caída del “régimen dictatorial”. Si hubiesen planificado mejor los detalles… No es fácil.
Por la grata sensación carnal que les causaba el solo imaginar una derrota “roja” en la ONU se olvidaron de un pequeño detalle: La toma de posesión del puesto en el Consejo de Seguridad es efectivo en una fecha posterior al 31 de diciembre.
Si la victoria del candidato de la unidad está asegurada como muchos por fe creen, el odiado gobierno Bolivariano hubiese prestando sus servicios en el Consejo de Seguridad solo tres o cuatro semanas. En cambio, si es verdad que la fe mueve montañas, el gobierno “digno y decente” de Manolito hubiese servido el resto de los dos años.
¿Valdrá la pena sacrificar la posibilidad de influenciar el mundo por dos años a cambio de quitarle quince días de gustito al “dictador”?
¡Claro que si! Eso es precisamente lo que da más felicidad. ¿Se imaginan lo arrecho que estará “el tipo ese”?
¡Que día tan glorioso!
¡Que se declare el 16 de Octubre Dia Internacional del Disociado!
Aunque la batalla en la ONU no ha terminado, tanto gusto y placer hay que celebrarlo. La felicidad es abrumadora y se siente en el aire. No me puedo imaginar el éxtasis que les causará el ver a los medios reportando diez veces diarias, por una semana corrida que, “Venezuela vuelve a ser derrotada por Guatemala”.
Sinceramente, los envidio. Eso debe ser celestial para sus intachables corazones “venezolanos”.
elio@vheadline.com
Nota: Darío Vivas ha sido electo Presidente del grupo latinoamericano y caribeño de la Unión Interparlamentaria Mundial en Ginebra. No se ofusquen por eso. Darío Vivas no es venezolano. Digo, no como Julio Cesar Pineda, Diego Arria o cualquiera de ustedes.