¡Déjeme dónde pueda, por favor! Cuando teníamos todo listo, y ya nuestros medios de comunicación se regodeaban hablando de diáspora y éxodo de los venezolanos, aparecen unos carajos en Perú pidiendo que les manden un avión porque querían volver a la patria. Unos Pérez Bonalde. ¿Quién carajo nos va a creer ahora que aquí hay una dictadura feroz y arbitraria y juntacadaveres de la que la gente sale huyendo? Al principio pensamos que era un montaje de la dictadura, porque en eso son muy buenos, pero no, la vaina era en serio, la gente estaba arrecha pidiendo el avión, el avión, como aquel carajito de la televisión en la Isla de la Fantasía. Y lo peor es que el dictador, que tampoco pela un boche, aprovechó y decretó un puente aéreo para traer esa gente. Es decir, viaje ahora y véngase después con nosotros a morirse de la risa. Estamos tan jodidos que nos sentamos en el pajar y nos clavamos la aguja.
Y los compañeros en Quito, once países que quieren ayudarnos a salir del dictador, estaban reunidos, y mientras estaban reunidos llegaban noticias de que seguía llegando a Venezuela, gente que se había ido, para Brasil, Perú, Argentina, Ecuador y menos mal que les dio tiempo de sacar la Declaración de Quito y Pongo, donde le piden ayuda a Trump para esa gente que está viajando por todos los países latinoamericanos. Y en la OEA también salieron a ayudarnos, y el compañero Almagrotesco siempre pendiente de nosotros, hace allí todo lo posible por ver cómo salimos del dictador, pero esta oposición nuestra es como los pollitos, que da un pasito y pone la cagada.
Ahora el comentario es que Matemático Borges y Pensionado Ledezma también quieren aprovechar el ofertón del dictador, y preguntan cuándo sale el avión a buscarlos. Pero ellos no pueden venir en esa misión Vuelta a la Patria, por principios, porque claro, todos sabemos que Matemático Borges y Pensionado Ledezma, no tienen patria, así que no pueden embarcarse en ese avión. Para embarque, el que nos echaron ellos a nosotros, que fuimos tan sinceros.
El papá de Margot nos contó que su compadre estaba contentísimo porque la señora se había ido para Perú, y era tanta su alegría que puso una fiesta, y ahí mismo se empató con una chama que lo vio solterito, pero cuál sería su sorpresa cuando vio por el canal ocho que estaban llegando de Perú los venezolanos que no soportaron la patria del compañero Pedro Pablo Kuczynski, y la primera que salió allí dando la cara fue su señora. Todavía el compadre no se ha repuesto, y ahora el que se quiere ir para Perú es él.
Muerto de la risa, el papá de Margot se fue al cuarto y le metió soberano coñazo a la puerta, y en todo el vecindario se escuchó un coro que dijo: "Vete para al carajo, donde no te vaya a buscar la dictadura"
-
Me voy, pero un día volveré.- Me canta Margot