Un niño de apenas 12 años identificado como Kevin Segobia, se encontraba, según la información de prensa, dentro del vehículo de su padre que lo llevaba al colegio. De repente se vieron atrapados en un enfrentamiento entre policías y delincuentes. Lamentablemente uno de los proyectiles atravesó el vehículo donde viajaba el niño y lo impactó, causándole la muerte. No se sabe a ciencia cierta de donde provino el disparo, pero serán las investigaciones, que esperamos sean lo más objetivas, que determinen la realidad de lo sucedido de este doloroso y penoso hecho, más aun tratándose de la vida de un niño.
Pero enseguida salen los mensajeros destructivos al servicio de la oposición "expertos" en todo lo que puedan sacar para acusar y despotricar al gobierno, a empastelar sus escritos politizando este grave hecho haciendo comparaciones absurdas como esa del presunto suicidio del concejal Alban y lo sucedido al niño Kevin. La mediocridad en su máxima expresión, falta de ética y una clara demostración del odio visceral que los consume, (ver programación de Globovisión y algunos artículos en distintos medios)
Lo extraño de esto es que esos "críticos", "preocupados y adoloridos" por la muerte del niño Kevin, no sintieron, al parecer, ningún dolor cuando el gandul de Julio Borges atropelló y mató con su lujosa camioneta a un niño que venia montado en su pequeña bicicleta. En lugar de auxiliarlo este cobarde salió huyendo buscando refugio en uno de los hogares vecinos, dejando al niño debajo las ruedas del citado vehículo. Todo esto aparece claramente en un video que puede ser buscado en internet y que los antes citados "críticos" no han tenido tiempo de ver, no han dicho absolutamente nada ni se identifican con la victima de este suceso, de por si tan lamentable como el del niño Kevin, pero más horrendo por la actitud asumida por el victimario.
Aparte de la gravedad de este hecho, Julio Borges,, dio unas falsas declaraciones en el CICPC, según las cuales el fue corriendo para avisar a los familiares del niño que eran sus amigos, algo que fue desmentido por un tío del menor, quien ratificó la cobarde posición asumida por el ahora prófugo de la justicia venezolana, autor intelectual del intento de magnicidio al presidente Maduro
Es posible que Julio Borges, causante de la muerte del infante, saliera ileso de este hecho, después de derramar sus lagrimas de cocodrilo como lo hizo ante el ministro Rodríguez y buscando su absolución, valiéndose de los fueros y preeminencias que otorga la constitución a los diputados, señalara:"yo no tengo la culpa que ese niño circulara con su bicicleta por donde yo pasaba con mi camioneta"
Lo anteriormente expuesto explica la conducta de los opinadores de la oposición, para los cuales cualquier hecho irregular es base fundamental para la crítica que busca la destrucción del proceso revolucionario.