Manuel Rosales en entrevista que le concedió hoy a la cadena alemana de televisión Deutsche Welle, a través del periodista Gonzalo Cáceres, cuyo texto completo fue mutilado en la edición digital de Globoterror, incluida la respuesta a la pregunta de si reconocería la derrota en las elecciones del 3 de diciembre, a la cual el candidato positor respondió como es su costumbre hacerlo, saliéndose por la tangente, lo que sigue (palabras más, palabras menos): “el listado de votantes tiene vicios, no fue posible depurarlo completo. El sistema automatizado de la emisión de voto y del escrutinio es peligroso, hay muchas dudas acerca de la transparencia del proceso, las captahuellas constituyen un mecanismo perverso al que muchos venezolanos le temen, sobre todo los empleados públicos, quienes piensan que por allí pudiera estar implementándose una sofisticada forma de que el gobierno sepa por quien han votado y perder sus trabajos”. Agregó, además, que no “permitirá que se burle una voluntad expresada a través del voto”, para finalmente afirmar que no tiene dudas de que ganará las elecciones.
De manera que con estas últimas declaraciones de Rosales, en donde nada dijo acerca de cual sería su conducta de perder la elecciones y de esa manera responder lo que esperaba el corresponsal de la TV alemana, lo que, por otra parte, se corresponde con lo que ha sido la respuesta reiterada de quienes lideran sus equipos de campaña, no se pueden abrigar dudas sobre lo que será la estrategia que seguirá esa desquiciada oposición una vez el CNE anuncie el triunfo de Hugo Chávez, el que, como sabemos, todas las encuestadoras serias nacionales e internacionales le pronostican un resonante triunfo con diferencias que van desde el 20% hasta más allá del 35%.
La noche del 3/12 Rosales y sus seguidores gritarán ¡Fraaaude…! ¡Fraaaude…! y con ello intentarán generar muy diversos actos de violencia “guarimbéricos”, cerrando calles, explotando cohetones y quizás alguna que otra bomba de verdad con cierta capacidad destructiva, atropellando a todo aquel que se atreva a transitar por “sus calles”, lo cual ocurrirá con mayor intensidad hacia los sectores del este capitalino y sus similares en la provincia.
No creemos que eso pase de allí, pues es muy limitada la capacidad de convocatoria que tiene la oposición hacia el objetivo de repetir los mismos graves errores del pasado reciente. De otra parte, el pueblo y fuerza armada estarán muy alertas para impedir que vuelvan por sus fueros quienes intentaron destruir la democracia en el 2002.
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