Antes que nada, permítanme aclarar que cuando hablo en estos términos de la oposición, no me refiero a la gran cantidad de venezolanos que por diferentes motivos, como el terrible lavado de cerebros y el odio inculcado por la propaganda de las grandes corporaciones, su industria cultural y sus medios, o por la gran cantidad de errores cometidos por la revolución, o arrechos con razón por la corrupción, (que aunque siempre ha existido en Venezuela, nos han hecho creer que es algo nuevo) o por lo que algunos consideran "falta de gobierno", o sea, de autoridad.
Tampoco me refiero a esa nueva oposición, formada por ex funcionarios (disque revolucionarios) ladrones y corruptos, que hoy viven en el extranjero disfrutando de lo robado al pueblo, después de pactar con las elites imperiales y aceptar su protección. Aunque estos también tienen su plan…
No, me refiero a esos supuestos líderes de oposición, que durante 20 años y más, han venido engañando a sus seguidores y cometiendo todo tipo de "disparates" para poder llegar a Miraflores y cumplir con las órdenes de sus amos imperiales.
Golpes de estado fallidos, terrorismo urbano (guarimbas), escases programada, inflación inducida, acaparamiento y especulación, asesinatos selectivos, de todo han probado para tratar de derrocar a la revolución Bolivariana. Todo por supuesto, muy bien financiado, y apoyado logísticamente por el gobierno gringo y sus servicios de inteligencia.
Cualquiera pudiera pensar, y he escuchado a muchos en las filas del chavismo, decir que estos señores y señoras de la ultra derecha venezolana son torpes y estúpidos. Torpes quizás sí, pero estúpidos definitivamente no.
Recordemos que en política nada es casualidad. Todos los actos, declaraciones y sucesos tienen una razón y forman parte de un plan.
Supongamos por un momento, que la Asamblea Nacional adeco burguesa, hubiera acatado las decisiones del tribunal supremo y hubieran retomado su curso constitucional, proponiendo y aprobando leyes constitucionales que acabaran con la escases y las colas (como fue su promesa) imaginemos que los diputados de la derecha hubieran salido a consultar con la gente en los barrios y en los campos de Venezuela, para conocer sus problemas y ayudar a resolverlos. Indudablemente en esas circunstancias, una coalición de derecha bien cohesionada, bajo el mandato de un buen líder, hubiera ganado las elecciones presidenciales, y no me vengan con lo del CNE parcializado y tal, el comandante Chávez derroto a las mafias adeco/copeyanas y su ultra corrupto consejo supremo electoral, simplemente con el apoyo mayoritario de su pueblo.
Pero por supuesto, si hubieran acatado la constitución y ganado las presidenciales, en ese momento se les habría presentado un gran problema: ¿cómo cumplir con los mandatos imperiales?, como proceder a reimplantar medidas ultra neoliberales, a la Macri o a la Temer/Bolsonaro para entregarle el territorio de la patria, sus recursos y riquezas a las transnacionales, cuando el constituyente en el 99, muy sabiamente, a pesar de algunos chanchullitos que se colearon por allí, se encargó de redactar una constitución que, si bien no vuelve irreversible a la revolución, por lo menos se la pone muy difícil a cualquiera que pretenda retrotraernos a la barbarie del neoliberalismo?.
Indudablemente el plan nunca fue seguir un camino democrático, sus intenciones nunca fueron mejorar el nivel de vida de los y las venezolanas, ni acabar con la corrupción y la ineficiencia. El plan siempre fue y sigue siendo, el derrocar al gobierno, destruir el estado y borrar de un plumazo la constitución (como trató de hacer Carmona Estanga "el breve")
Por lo tanto sus errores no son, como algunos puedan pensar, estupideces o malcriadeces de niños ricos y viejos chochos cuartorepublicanos, todos sus actos han sido y son hoy más que nunca parte de un plan, dirigido, coordinado y muy bien financiado por las elites imperiales del norte, y no me refiero solo a las gringas, aquí están metidos los viejos imperios ingleses, holandeses, y por supuesto los mongólicos Borbones que aún tienen algunas ínfulas imperialistas.
Lo repito, en política nada es casual, y en geopolítica internacional muchísimo menos. Los planes de la dictadura corporativa global y sus secuaces, son la siembra del caos, la destrucción y reestructuración de los estados nación ricos en recursos naturales o con posiciones estratégicas, para continuar con sus políticas de apropiación por despojo.
La supuesta retirada de las tropas norteamericanas de Siria, ordenada por el payaso anaranjado, y digo supuesta, porque siempre quedan atrás las tropas mercenarias financiadas y asesoradas por las grandes potencias, tiene varias lecturas, y una muy importante es la amenaza contra Venezuela.
Entendamos una cosa, un conflicto militar armado de cualquier tipo en nuestra patria, desestabilizaría toda la región, desde México hasta la Patagonia. Y las tropas imperiales no pueden estar en todas partes a la vez. La retirada gringa del tratado de misiles de mediano alcance y otras medidas similares y la posibilidad de conflictos en NuestraAmérica están encaminadas a crear una nueva carrera armamentista, son escusas para seguir inyectando el dinero de los ciudadanos norteamericanos en la industria militar, la única industria verdaderamente productiva de los supremacistas gringos. Allí se va al piso la teoría de los fundamentalistas neoliberales de un estado débil que no regule ni se inmiscuya en los asuntos de las industrias privadas, todos los grandes contratistas privados del estado norteamericano son financiados con el dinero de los contribuyentes, las grandes mayorías asalariadas que pagan impuestos, (ya sabemos que allá la minoría de los ricos cada vez pagan menos). Si las teorías y los dogmas de la religión neoliberal fueran ciertas, si la mínima intervención del estado, el "lessez faire" fueran medidas reales y efectivas, empresas como Goldman sacks, la mayoría de los grandes bancos internacionales y los grandes fabricantes de automóviles estadounidenses deberían haber quebrado en la última gran crisis.
Así que no nos dejemos engañar, los señoritos y señorones de la oposición, no son ningunos estúpidos, solo siguen fielmente las ordenes de sus amos del norte, y de paso se embolsillan una buena cantidad de dólares, eso sí, a costa del sufrimiento de todos los venezolanos, tanto de izquierda como de derecha.