Primer elemento:
La constitución de la república bolivariana de Venezuela establece taxativamente en su artículo 5 que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta constitución y en la ley, e indirectamente mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el poder publico. Los órganos del estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidas.
Artículo 228: La elección del presidente o presidenta de la republica se hará por votación popular universal y secreta, en conformidad con la ley. Se proclamará electo o electa el candidato o candidata que hubiese obtenido la mayoría de votos validos.
Cualquier otra vía fuera de la constitución para nombrar al presidente o presidenta de la republica constituye un delito.
Juan Guaidó, ese espurio analfabeta político que en una plaza rodeado de una cuerda de arlequines y maromeros políticos inyectados por las imposiciones que le llegan de Washington desconocedores de las leyes y por cuyas venas corre un torrente de odio clasista, se ha autoproclamado presidente de la republica obedeciendo los dictámenes de la Casa Blanca, cuyo inquilino a su vez sigue las ordenes que le dictan las transnacionales; es decir, dos títeres manejados por los que tienen los hilos del poder económico y militar del mundo acostumbrados a poner y quitar presidentes a su antojo si estos no se pliegan a su política , incluso dentro de los mismos Estados Unidos.
Guaidó, oscuro personaje desconocido para la gran mayoría de los venezolanos, aunque se siente con el apoyo de Washington y el marketing lo ha hecho creer que es el Obama de Latinoamérica se le nota inseguro, sus gestos corporales lo delatan y cada vez que manifiesta públicamente su incoherencia política da muestras de que es un ser manejado por el poder imperial. El solo hecho de autoproclamarse presidente de la republica y tomarse atribuciones que no le corresponden resulta ser un delito de lesa patria.
Segundo Elemento:
Pedir la intervención de un ejército enemigo constituye un delito de traición a la patria que en un estado de derecho debe aplicársele la máxima pena a él y al grupo que lo secunda y dirigen desde Colombia y Miami. Eso es lo que constantemente hace Juan Guaidó y su equipo de apátridas con el propósito de entregarle nuestras riquezas al imperio gringo, aparte de la violación a nuestra soberanía. Por cierto, el congresista norteamericano Ro Khanna le recordó a Guaidó que él no puede autorizar intervenciones militares de Estados Unidos, que solo al congreso de ese país le corresponde hacerlo. Esto demuestra la connivencia del poder imperial con este arlequín de la política nacional.
Tercer elemento:
Guaidó en una actitud fascista desconoce la estabilidad democrática que ha vivido el país y entrega su alma a las transnacionales demostrando así que no le importa el desastre que produciría una invasión a Venezuela tanto material como humana, que significaría la destrucción de la estructura jurídica, económica y social de Venezuela. Lo que implicaría el surgimiento de una guerra civil en nuestro país a la cual según él no le tiene miedo, manipulando a sus seguidores preguntándoles si tienen miedo a que esto suceda en Venezuela, para que entre gritos histéricos le respondan con un NOOOOO. Ante este cuadro de negatividad manifiesta les recomiendo la lectura "por quien doblan las campanas", obra del escritor norteamericano Ernets Hemingway sobre la guerra civil española y entenderán lo que significa una guerra entre connacionales
Estos elementos son suficientes para llevar a la cárcel a un personaje que ha puesto de manifiesto su profundo desprecio por la nacionalidad venezolana, que ha atentado contra el estado de derecho de nuestra nación y que se ha sumado a los designios de la Casa Blanca, el pentágono las transnacionales y los viejos imperios europeos. Por delitos como este en Los Estados Unidos lo llevan directo a la silla eléctrica.