¡Música paga no suena! Al ritmo de nuestros errores, y en armonía con nuestros fracasos, ahora damos la nota con un concierto en Cúcuta gracias al millonario Branson que nos está pagando ese baile para ver si Dios quiere y logramos meter la ayuda humanitaria aquí, aunque le hace mucha más falta a Colombia que a nosotros, pero eso nos importa un carajo porque la vaina es salir de Maduro y no salir de Uribe-Duque. Es mejor que la vaina sea musical y no a plomo limpio. Ya nosotros hemos hecho todo lo posible para salir del dictador, desde quemar gentes, hacer guarimbas y atentados, y nada, y menos mal que el compañero Trump asumió ser el líder de la oposición, porque en verdad os digo, la gente que hemos tenido nosotros allí no sirve para un carajo, sino para hablar la paja que jode y meterse un billete gordo a costillas de nosotros que ya nos estamos cansando de creerles tantas pendejadas. Pero ahora parece que si vamos al paso Camilo al paso, al paso que tú vas bien.
Desde que comenzamos a darle plazo fijo a la dictadura empezamos a jodernos. Espoleta Allup nos prometió seis meses para salir de la dictadura y nada, después seguimos con las fechas, que si el 10 de enero, que si el 14, y ahora el 23 es la cosa. Y el Juan Peña que tenemos como alfeñique de 44 kilos, también le pone plazo a las Fuerzas Armadas Nacionales –no Bolivarianas- para que en tres días se pongan a repartir la ayuda humanitaria y si no lo hacen se lo digo a Trump para que les eche una vaina. Es que si hubo una cosa que se llamó vergüenza, nosotros nos la estamos pasando por el forro.
La verdad, hay que decirlo, es que alguien se está llenando con ese DesConcierto, empezando con esos que sacaron un aviso cobrando 60 dólares para llevar gente al DesConcierto. También hay que pagar la entrada y pagarle a los paracantantes y eso es un billete gordo, y cómo es posible que nos están enviando una ayuda humanitaria y aquí hay carajos que son capaces de pagar 60 dólares para ir a ese DesConcierto. La vaina huele raro. La Cruz Roja no se quiso echar la vaina de ayudarnos porque eso no es ni ayuda ni humanitaria. También hay un cantante de un grupo arrecho que salió por allí diciendo que eso era una trampa y un negocio del millonario que patrocina el Desconcierto. Y todos esos paracantantes tienen que salir a cantar porque si no la dueña de sus contratos, es decir la familia Estefan, los pone a cantar contra la pared solitos. Así que tienen que estar allí para poder estar en el mercado sonando y cobrando. Mientras que estos chavistas también tienen una vaina sonora por allí cerca, pero ese sí es gratis, y tiene que ser así porque a lo mejor no iría nadie. Nunca se había visto que una ayuda humanitaria llegara con cierto DesConcierto.
El papá de Margot había salido a buscar un pasaje para ir al DesConcierto y llegó arrechísimo: "Qué bolas, 60 verdes a brinco rabioso, y uno no sabe cuánto es la entrada. Esa vaina es para ricos. A mí no me den un carajo de ayuda humanitaria. Qué arrechos somos engañando a la gente". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió un coñazo tan duro que el vecino gritó: "Carajo, arrancó el DesConcierto en Cúcuta"
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Será un concierto de besos, de caricias…Me canta Margot