Menos mal que no renuncié a la gobernación del estado Zulia. Menos mal que no escuché esos cantos de ballenas que me decían que tenía que renunciar para que se notara que estaba seguro de mí triunfo. Antonio Ledezma escribió un artículo el sábado pasado, pidiendo que yo renunciara a la gobernación del Zulia. Está loco el Ledezma este, será que quiere que me quede solo como él, que anda por allí como alma en pena sin nadie que lo escuche. Ni de vaina, yo estaba seguro de que esto iba a pasar, de que no me salvaba de esta paliza. Los chavecistas son muchos. Yo no sé cómo hacen. Después de ocho años y eso hombre sigue teniendo gente. Eso no se ha visto nunca. Pero yo salgo ganando, porque estoy seguro de que Nuevo Tiempo, mi partido, va a sacar muchos votos.
Pa Maracaibo me voy el 4 en la mañanita. Y que Globovisióin no me venga a estar llamando para que cante fraude. Ni de vaina, Yo no me voy a embarcar en ese tren. Ya los observadores internacionales dijeron que todo el sistema electoral venezolano está blindado. Así que aquí queda una sola cosa. Respetar los resultados. Y ustedes se imaginan si uno no respeta esos resultados ¿quién aguanta a esos chavecistas en las calles gritando y pidiendo justicia?. Y fuera Rosales y ni de vaina, amigo, eso no es conmigo. Yo llegué donde tenía que llegar.
Oswaldo Álvarez Paz es otro hombre que anda enfermo con eso de la resistencia. Ese ya lo perdió todo. No pudo ganarle a Rafael Caldera y desde ese momento vive frustrado, inventando vainas, que si no reconozcas, Rosales, llama al pueblo a la calle, Rosales, no permitas que te quiten el poder, Rosales, ataca, Rosales. No, amigo, yo no me presto para ese combate desigual. Yo prefiero irme a Maracaibo y ver mi arco iris de colores y pasar por el lago acuático de Maracaibo y estar feliz sonriendo con mi gobernación en Zulia.
Fíjense que el Teodoro Petkoff se hizo el loco y nunca estuvo conmigo en la tarima, seguro que pensó que se iba a rayar con ese torpe de Rosales que no sabe ni citar a Cervantes. A ese Teodoro no lo quiere ni la izquierda ni la derecha. Menos mal que no estuvo mucho tiempo conmigo. De todos ellos el único que podía perder algo era yo, porque todos ellos ya perdieron. Perdieron su oportunidad política. Los únicos que todavía pueden ganar algo son los muchachos de Primero Justicia, aunque ahí están peleando todo el día.
Mejor me voy pa Maracaibo el mismo 3 de diciembre y el 4 arranco otra vez a gobernar el Zulia, porque bueno es cilantro, pero no me gusta.