Supe a través de las redes sociales que Edgar Zambrano había sido detenido. No tengo al momento la confirmación oficial de la información. Al enterarme y sin ninguna campanita que me hiciera poner a prueba una conducta condicionada, dije: La cabuya en este caso, reventó por lo más grueso, porque Zambrano es mucho más pesadito que Guaidó.
Sin ánimo de entrar a juzgar a nadie, porque no sé cuántos deberían ahora estar detrás de las rejas por la situación del 30-A, le entro a una rápida consideración a esta detención.
No sé en verdad, cómo la justicia se administra en estos casos ni es tampoco mi interés en saberlo. Cálculo y es sólo eso, un cálculo, que Guaidó ha realizado muchas más travesuras golpistas y de traición a la patria, que Edgar Zambrano, que hasta no hace mucho, Edgar era un diputado muy gris de la AN y si fue diputado en la IV, fue un poco más gris. Zambrano al parecer, tuvo la mala suerte de ser engañado y dejarse ver muy disimuladamente y en traje muy formal, en el distribuidor de la Avenida Francisco Fajardo.
Guaidó por ejemplo, salio del país con una medida de prohibición para hacerlo. Luego regresó muy tranquilo y sin nervio por una de las puertas del aeropuerto de Maiquetía y se vino muy tranquilo a Caracas. Después de eso, Guaidó a la luz del día ha incursionado en cualquier travesura golpista. Creo que la única travesura que le queda por hacer a Guaidó, es recordarle la mamá a Nicolás y esa sería en cualquier caso, una vaina d muchacho. Guaidó no ha sido engañado, pues ha estado con sus gastos "cubridos" en dólares -como dijo la barragana aquella- por sus jefes del norte.
Guaidó ha dicho que la intervención continua sobe la mesa, ha usurpado funciones del presidente y estuvo muy tranquilo con Leopoldo López en el distribuidor de la avenida Francisco Fajardo. Guaidó lleva públicamente cinco meses en planes golpistas y Edgar Zambrano, apenas posó en flux y corbata desde Altamira y eso fue suficiente para encanarlo. Guaidó anda por ahí como Martín Valiente. ¿Por qué? No soy leguleyo, pero es Edgar Zambrano el más pendejo.