¡Vuelvan caras, que nos jodimos! Es que no hay derecho. Cuando el autoproclamado abre la boca o pide leche para su hija o comete un error histórico del carajo. Eso de decir que Barinas es la tierra de Páez le quedó que ni Guillermo Morón en la Academia Nacional de la Historia. Qué buena vaina con la gente que quiere dárselas de inteligente cuando la cara, y sobre todo el cerebro, no lo ayuda. En esta vida lo mejor es callar cuando uno no sabe un carajo de historia. El que sabía de historia que jode, era el dictador anterior, así que dejémosle la historia a los chavistas y nosotros encarguémonos del futuro, que esa es la orden de Trump, PomPeo, Bolton, Pence, y Abrams, una pendejada los que nos están dando órdenes a nosotros, unos very importan person.
Y para rematar el Washington Post agarró fuera de base al compañero PomPeo y nos jodimos otra vez. El hombre dice que a nosotros no nos une nadie, y que si el dictador se va, más de 40 de nosotros nos vamos a matar por la presidencia del país. Y lo peor es que esa vaina es verdad. Y eso lo que demuestra es que la inteligencia en Estados Unidos está brutísima y pelando bola, porque nosotros nos estamos matando hace mucho tiempo, es decir, no hay nadie que le tenga más arrechera a un opositor que otro opositor. No nos soportamos porque somos insoportables. Allí hay unos compañeros que se están llenando, que están robando a manos llenas, y ya la compañera Nitu los denunció y nadie dice esta boca es mía, pero todos sabemos quiénes son, así que, grandes carajos, a nosotros nos van a tener que dar nuestra parte, aunque uno sabe que el que parte y reparte le toca la mejor parte. Unidad nunca, victoria siempre, esa es la consigna nuestra.
Menos mal que la gente de Portuguesa, donde nació mi General José Antonio Páez, no se arrechó con el proclamado ignorante y autoproclamado presidente y le prohibió la entrada al estado. Eso es lo menos que han debido hacer. Es que no ganamos una. Y mientras tanto los que fueron a dialogar a Noruega parece que andan gozando una bola y parte de otra, porque Stalin González no se cansa de hablar de la comida en Oslo.
El papá de Margot llegó con un libro de Historia de Venezuela en las manos y lo abrió y empezó a buscar algo allí, hasta que dijo: "Aquí está clarito. Mi General Páez, nació en Curpa, estado Portuguesa, el 13 de junio de 1790. Así que nada de Barinas, un carajo. Este diputado de Vargas nos va a llevar al matadero si sigue hablando paja". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió aquel coñazo tan fuerte que el vecino gritó: "Vuelvan grandes carajos, que yo me voy".
-Y volver, volver, volver.- Me canta Margot