He venido sosteniendo la tesis que, cuando Mr. Trump acusa a su primera línea de mando, de no haberle dicho toda la vedad con respecto a las condiciones objetivas y subjetivas para tomar el poder en Venezuela, éstos transfieren la carga negativa a los lacayos en el país y se desmarcan, de los fracaso que la "dirigencia oposicionista criolla auto proclamada" obtiene, en todas sus acciones golpistas, dislocadas y fuera de toda lógica política racional.
En ese marco referencial, a Mr. Pompeo se le filtro, lo que el imperio piensa de la vetusta dinastía opositora venezolana y sus 40 cabezas.
Ahora bien, de entrada es importante dejar claro, que al imperio no se le filtra nada por azar; que lo dicho por Mr. Pompeo, tiene como objeto, cambiar las estrategias para continuar el asedio, el bloqueo y la tentativa de invasión, pero descartando cual condón, a esta dirigencia corrupta y autoproclamada con el fin de reconducir, los ataques por otras vías (tal vez electorales) y con otros actores (posiblemente un ex funcionario muy corrompido de presunto origen chavista).
En ese marco referencial, el imperio seguirá jugando en tres tableros simultáneos; uno que amenaza, muerde y patea, con sus corruptos y desquiciados a la cabeza, otro, donde el cálculo político explora las posibilidades de tomar el poder con aparente menor violencia y de la mano de los Ex Funcionarios de la Revolución y sus frustraciones, y como en ninguna de esas dos alternativas, se aspira a la Paz, aumentan el apoyo a la "oposición tradicional" hasta ahora oculta y arrinconada por los violentos, para que abra la posibilidad de reeditar viejas voces, con nuevas mañas y en comparación a los fracasados de los golpistas, con un tanto más de entendimiento político y político estratégico, tomar los espacios institucionales que les corresponda como oposición democrática.
Sin embargo, es importante llamar la atención, sobre las características de los elementos discursivos con los cuales EEUU construye los relatos de guerra 4tq y 5ta generación en este siglo XXI; no olviden que hacen énfasis en la inmediatez de la información a través de las redes sociales, el Fake News, la Postverdad y las Plus mentiras y en ese sentido, mientras asedia y/o califica de amenazas inusual y extraordinaria a Venezuela; su industria mediática, lanza una artillería de falsedades para camuflar de acción humanitaria, los criminales actos hasta ahora cometidos.
Así, la guerra se expresa con un lenguaje simbólico que parte de la falsa premisa de la "ayuda humanitaria" y "el rescate de la democracia" y se presenta como una "invocación a la libertad y la justicia", que extrañamente justifica la desestabilización de la economía, causa caos y aspira con ello imponer cambios profundos en la estructura orgánica y funcional del Estado Bolivariano.
Una breve hojeada a la historia de los asedios, bloqueos e invasiones promovida por los EEUU en América Latina y el Caribe en los siglos XX y XXI por ejemplo, basta para despejar las variables que componen su política exterior, a la vez que develan su afán de presentarse como hegemónico político, económico y cultural en los países circundantes, tanto los que por razones geográficas orbitan a su alrededor, como aquellos, donde la clase dirigente que gobierna o aspira gobernar, son serviles a los objetivos de dominación del imperio.
Ahora bien, en esto últimos 20 años de la Venezuela Revolucionaria y Bolivariana, no hay dudas que el asedio en su contra, ha ido escalando y paulatinamente, transmutándose de sabotaje a la moneda, acaparamiento inducido y descalabro general de la economía, a, bloqueo Comercial, financiero y económico, sabotaje interno del servicio eléctrico, intento de Golpe de Estado, Magnicidio en grado de frustración, formación de un gobierno paralelo y tentativa de invasión directa clara y simple anunciada por el propio Presidente Donald Trump.
Pero la peor y más nefastas de las agresiones guerrerista aplicadas al país, ha sido el intento por derrumbar los preceptos doctrinarios de la política exterior diseñada por el Comandante Chávez y aplicada con precisión y maestría por el Presidente Nicolás Maduro, a partir del desconocimiento de la auto-determinación de los pueblos; la multipolaridad y la inter-culturalidad; pues su triunfo como praxis real en el mundo, significaría el fin de las hegemonías guerreristas, invasiva y depredadoras, que son la base de sustentación de la hegemonía imperial.
En consecuencia se puede asegurar que con muy pocas variaciones, USA aplica una taxonomía perversa de asedio, bloqueo e invasión, para devastar pueblos, robar recursos minerales y subyugar a sus habitantes. Pues "el imperio no le tira piedras a árbol que no dé frutos".