Qué drama vive la oposición venezolana. Con trucos de cámaras, manipulando información, con encuestas chimbas, con propaganda subliminal y con “mentiras blancas” le hicieron creer a sus seguidores que ganaban y cobraban; para al final reconocer rápidamente lo que todo el mundo, excepto los disociados, daban por seguro.
Bien lo dijo mi hermano Wilmer Graterol, unos días antes del tres de diciembre: “Chávez les dará una paliza y Manuel Rosales aceptará los resultados, porque ése no tiene testículos para asumir la responsabilidad personal de lo que tienen planeado los grupos extremistas”.
El drama se expresa en el calificativo de traidor que el sector más disociado de la oposición le ha endilgado a manuelito. Esos que ya se veían sacando a patadas a los chavistas de las gobernaciones, ministerios y empresas del Estado, no le perdonan a los tres chiflados el que no dieran la orden para salir a la calle a quemar cuanta vaina consiguieran.
Otra manifestación la dan aquellos que se sienten como tontos útiles. Están convencidos de que fueron manipulados por unos dirigentes irresponsables que les hicieron creer que saldrían de Chávez a fuerza de mentiras y promesas incumplibles.
La frustración es quizás la mejor expresión del drama que vive el escualidismo. En centenas de miles se cuentan los que andan como ánima en pena desde que comprobaron que los chavistas son una mayoría aplastante y que lo mejor que tienen para enfrentar a Chávez es su analfabeto candidato, el líder fascista de un grupo de mariquitas y un vejete inconsistente que se ha paseado desde el comunismo radical hasta la derecha extrema.
Si a esto le sumamos que el decrépito anciano tuvo que renunciar a su precandidatura porque nadie cree en él (en la izquierda lo ven como traidor y en la derecha con desconfianza); Primero Justicia está a punto de una división; AD y COPEI son cadáveres ambulantes y a manuelito se le puede convocar un referendo revocatorio en cualquier momento, hay que concluir que el drama es de proporciones gigantescas.
Sin embargo, los dirigentes de esa oposición no parecen haberse dado cuenta de la realidad que viven sus filas. No bien le habían acomodado la paliza más grande de la que se tenga conocimiento en nuestra historia, cuando ya estaban hablando de una victoria política en medio de una derrota electoral ???
Manuelito como si se tratara del presidente electo, nombró una comisión para reformar la constitución, reducirle el periodo presidencial a Chávez, garantizar que no toquen ni con el pétalo de una rosa a las televisoras privadas e implantar la tarjeta Mi Negra. Creo que tanto coñazo en la campaña terminó por estropearle las dos neuronas que tiene por cerebro.
Ahora anuncian movilizaciones para obligar al gobierno a renovar la concesión de RCTV, para evitar que se revise el ordenamiento territorial y por supuesto para defender los derechos de los gringos y sus empresas a punto de nacionalización.
Convencidos están de que desestabilizarán el gobierno como lo hicieron en el 2002, sólo que se les olvida que Fedecámaras y la CTV perdieron todo poder de convocatoria, los militares serviles se fueron a Altamira, los saboteadores ya no controlan a PDVSA y el medio que se pase de la raya nos lo echamos al pico.
Tienen sus planes, pueden darlo por seguro, pero para hacerlos efectivos se requiere algo más que ganas.Yo les preguntaría ¿con qué culo se sienta la cucaracha?