La Iglesia Católica, el proceso revolucionario i mi posición existencial

“La libertad de expresión no es una virtud

con la que comulga la iglesia católica”

Pepe Rodríguez



“El defecto fundamental de la ética cristiana

consiste en que etiqueta ciertas clases de actos

como y otros como

basándose en aspectos que nada tienen que ver

con sus consecuencias sociales”

Bertrand Russell

Quienes siguen confiando en la Iglesia Católica, así como en instituciones o sectas similares (más atrasadas aún, como los Testigos de Jehová), es porque nunca se han ocupado de estudiar la Historia Universal, creyéndola un largo cuento, un archivo de hechos sociales i de guerras, una recopilación de épocas, en vez de considerarla como lo que es: la biografía del mundo, un organismo vivo que enseña el pasado para orientar el futuro. I las más antiguas de las historias, además de equívocas i nefastas, es la historia de las religiones. Cuando estudiaba el sexto año de medicina en 1952 (nos graduamos ese año) estudiábamos hasta en la madrugada un grupo de compañeros (Marcuccí, Molina i yo, en la placita frente al templo de San José en la Av. 5 de julio, sector El Paraíso; igualmente dos compañeros de Derecho, Juan José Jiménez Mas y Rubí –mi primo- i uno que llamábamos “El aguado” Montiel) i en los descansos que hacíamos, mientras algunos iban a comer arepitas a la Esquina del Control, cuando no los acompañaba, me ponía a leer HISTORIA GENERAL DE LAS RELIGIONES, de Salomón Reinach. El superior de los padres Sacramentinos, cuyo nombre no recuerdo, un sacerdote inteligente i joven para ese tiempo, indagó qué leía i al conocer la obra me dijo: ¿sabe que esta historia está introducida en el INDEX, o índice de los libros que la iglesia prohibe leer? Fue cuando tuve noticia de ese Index i luego busqué bibliografía al respecto. Empero, el sacerdote -el padre Gerardo, me acordé-dijo: “pero eso es para gente común sin preparación universitaria como usted la tiene; ¡lo puede leer, es interesantísimo! Luego lo comentaremos. Nunca más tuvimos oportunidad. Con los años se fue (era canadiense) i volvió ya viejo, cuando yo era profesor de Ética Médica i traía una conciencia anquilosada, contrario a muchas cosas que yo enseñaba en el campo de la reproducción sexual. Las doctrinas eclesiásticas retroceden; petrifican la mente. Son dogmas i por consiguientes, anticientíficas i antisociales. Así podríamos aportar infinidad de pruebas de que lo dogmático se queda anclado en el tiempo, ignora el cambio social, las épocas, los adelantos de la humanidad i asentar este axioma o tautología: la iglesia, que no la fundó Cristo, no evoluciona i jamás cambiará su posición oscurantista propio del pensar en catacumbas, aunque simulan o imitan las condiciones socio-económicas de las épocas; por eso, cosas como la libertad de expresión, les son ajenas. Al respecto dice Pepe Rodríguez: “La libertad de expresión no es una virtud con la que comulga la Iglesia Católica” i es que jamás el Imperio Vaticano permite a escala mundial que se diga otra cosa distinta a las que ellos piensan, i se embriagan de mentiras al considerarse apodícticos e infalibles. Esto es lo más anticristiano que pueda concebirse. ¿Quién puede creer que un Papa es infalible, si la historia los ha desenmascarado a todos?

Como ha dicho un compañero revolucionario en APORREA, creo que no hai un presidente i un gobierno más cristiano que este de Hugo Chávez; respetuoso de la jerarquía eclesiástica (recuérdese el recibimiento al Cardenal Urosa Savino que como Velasco i Castillo Lara también ha defraudado a sus fieles, i con la vergüenza i desfachatez con el asilo de Nixon Moreno, ha demostrado su ambigüedad i sinvergüenzura echándole “el muerto” al Nuncio Beroloco que está como el final de su apellido); pero como el dinero les interesa más que la verdad, parece que los DÓLARES son más que los beneficios que por primera vez un gobierno en América i quizá en el mundo, ha concedido a una secta religiosa, como además de los subsidios, les ha dado seguros i prestaciones a los sacerdotes. Ellos son los primeros que “según la doctrina social de la iglesia” deberían apoyar este socialismo bolivariano i explicar a sus ignorantes fieles en política (como éste, en curso de especialización para Bruto, Oswaldito Álvarez Paz) que eso NO ES COMUNISMO (que también ignoran lo que es por falta absoluta de estudios i horror a una palabra). Esta Iglesia Venezolana, representada por la CEV (excluyendo a cuanto sacerdote bueno existe), es un partido de ultraderecha, fanático, deplorable, agresivo, conspirador, mentiroso, absurdo, poco inteligente i cómplice de los vende patrias lacayos del imperio. Su fetiche no es Dios, ni es Cristo ni ninguna paloma de Espíritu Santo; su dios es el DINERO; su Cristo es Bush o cualquier emperador poderoso (desde Constantino); su Espíritu Santo, es el Cóndor del escudo de Norteamérica. Donde en el mundo aparezca un dictador, tengan la seguridad de que la Iglesia lo respalda. Soi absolutamente anticlerical i en la todavía inquisitorial España, los jerarcas de la iglesia i mucho sacerdote común, son reaccionarios inquisidores, i los políticos de derecha, como el señor Aznar, ejemplo de los que decía el filósofo Beaumarchais: “de político y letrado, anda mucho asno disfrazado”. Por eso el proceso revolucionario bolivariano, el socialismo del siglo XXI, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, PSUR o como yo lo llamaría más sencillamente PSB que podría ser también Partido Simón Bolívar) son cosas que no entran en mentes dogmáticas i anticientíficas de los jerarcas de la Iglesia Vaticana i sus satélites, como he dicho. La Iglesia, pasarán siglos i no cambiará nada, a menos que desaparezca como han ido desapareciendo muchas religiones a través de la historia, o mejor de la prehistoria, pues el mismo Russell señaló que, “la prehistoria de la Humanidad termina, cuando desaparezcan las religiones”, o sea, las supersticiones más influyentes i nefastas.

(Continuará)

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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