Cinthya Machado Zuloaga llega a la mesa bañada en Carolina Herrera. Está sudando perfume después de asistir a la marcha con los estudiantes.
-Estuvimos allí Pathy, Jenny, Harold, Kathy, Keny, y el jardinero Jhonatan y la muchacha de servicio Jusleydi. Al lado de los estudiantes, defendiendo la libertad de expresión que tu presidente nos quiere quitar. Marchamos decentemente. Pacíficamente. No como ustedes, que marchan con violencia. Y estoy segura de que si yo me meto en una marcha chavista me tocan las nalgas y no me dejan salir con vida si descubren que soy antichavista.
Está linda con su franelita por debajo de lo senos. El ombligo afuera con un pirsen que asemeja los bigotes de Marcel Granier. Un pantalón deportivo. De esos que se pone cuando va al gimnasio. Que se adapta a su cuerpo. Le sonríe al mesonero que se acerca a dejarle allí su botellita de agua Evian.
Y sigue hablando de lo más excitada:
-Nosotros que no habíamos protestado nunca porque lo teníamos todo, ahora este, tú presidente, Roberto, nos ha puesto a caminar por esas calles con pancartas y pitos y celulares. Por primera vez en mi vida he salido a manifestar. Nunca pensé que llegáramos a esto. Nosotros, los Machado Zuloaga, los Brillenburg los Salvatierra, los Mendoza, los Phelps, los Boesner, los Alcok, no imaginamos nunca que íbamos a llegar a esto.
Toma agua directamente de la botella. Se limpia con su mano esa boquita que todo lo pide y no quiere nada. Y ve de reojo al mesonero que se está babeando mientras la mira fijamente.
-Yo, por ejemplo, amigo, no puedo ver a la empresa 1BC, pero si quiero que tengan su canal. Es mas, al gobierno le conviene que esté allí ese canal, porque mientras la gente esté viendo esos culebrones no sale a protestar, se le olvida el hambre y la familia, porque los que trabajan en la telenovela se convierten en su familia. Así, que estuvo muy mal la no concesión de ese canal, claro que es legal, pero tiene su tinte político amigo.
Mientras habla la gente pasa y se la queda viendo y la saluda y le grita fuera Chávez. Y ella sonríe y la gente le sigue gritando libertad de expresión.
-Yo seguiré protestando, Roberto. Por la libertad de expresión. Porque el país siga adelante, y para ver si tú te incorporas con nosotros y abandonas a esa chusma que no te quiere como te quiero yo.
En ese momento llamé al mesonero, pagamos, nos levantamos y salimos juntos.
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