Estoy a punto de saltar la talanquera pero no sé dónde está. Me dicen que Ismael García –confieso que no tengo idea de quién es- lleva la talanquera para todas partes. Otros dicen que no, quien la tiene es el gobernador Ramón Martínez, y otros aseguran que el último que tuvo la talanquera en casa y ya la saltó fue Didalco Bolívar.
Desde que Luís Miquilena dio un salto olímpico de talanquera, fueron muchos los que quisieron imitarlo. Albarenga tomó la talanquera y dio un salto largo y luego la entregó. Otro que saltó y se devolvió fue Arias Cárdenas. Y Alfredo Peña dio un salto de talanquera tan largo que todavía muy pocos saben dónde fue a caer.
En fin, en estos momentos nadie sabe a ciencia cierta en manos de quién está esa talanquera. Y lo digo con toda la seguridad del caso, porque he contratado un grupo de investigadores para que den con su paradero y hasta el momento no han podido entregar el informe detallado de esta situación.
Solo existe hasta el momento una lista de sospechosos de tener la talanquera. Lo que también se sabe es que ya se ha formado un club de miembros honorarios. Esta gente se reúne con frecuencia y comentan sus saltos. Celebran entre ellos incluso la fecha en que dieron el salto. Y comentan que cayeron de pie, puesto que ahora disfrutan de contratos y reciben grandes comisiones.
El Club de La Talanquera creció en un primer momento, sobre todo el 11 de abril de 2002, cuando de un solo golpe, un grupo de personas se pusieron de acuerdo y dieron un salto colectivo. Ahora parece que alguien anda escondiendo la talanquera y por eso no ha crecido más el club.
Un primer informe de los investigadores indica que ahora son muchos los que han saltado la talanquera para este lado, es decir, para el lado del gobierno, y uno de los casos que comentan es el de la Isla de Margarita, donde ocurre que la señora Chana – la de los ranchos- y su hijo Pedro Castillo, ahora son fieles representantes del chavismo más revolucionario. Y han recibido un crédito para instalar en El Tirano –al ladito de la playa- un hotel ocho estrellas.
El informe dice que por lo visto hay dos talanqueras, una para saltar hacia la oposición, que es muy difícil de encontrar, y otra para saltar hacia el gobierno que es muy fácil saber dónde está, y además, basta con ponerse una franela roja.
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