Las cloacas son sus caminos y en ellas se deslizan como pez en el agua, están en su ambiente se ven normales ante sus semejantes, solo hay que observarlos con naturalidad para descubrir las miradas fascistas, hablarles de igualdad para que su voz de mata cura se empiece a deformar con matices de golpista desesperado.
Han venido degenerándose en los últimos años, por la ambición que le ha proporcionado la alineación, hasta convertirlos en irracionales conscientes, traicionando los designios de Dios, se han disfrazados hasta de Ángeles, en su afán de confundir a los creyentes que por derecho humano han seguido los caminos del bien.
Sufren metamorfosis instantáneas, ante tus ojos son capaces de adoptar cualquier personalidad en cualquier caparazón, aunque eso suceda, la de golpista esta en la actitud prepotente que adorna su figura de fascista.
En su monopolio envuelven cadenas de alimentación, de comunicación, de alieneación, se pueden nombrar miles de géneros que terminan en ción, de las cuales ellos son propietarios para utilizarlas en su afán de dominar un mundo que están perdiendo y quieren recuperar a cambio de venderle el alma al diablo.
Quien iba a pensar que los hijos de Bolívar a través del tiempo, iban un día a estar en esta duda contra los guías que mando Dios a protegerlos, como es posible que se hayan en compinchado con delincuentes comunes, para traicionar a su progenitor religioso y seguir los caminos de su padre adoptivo, que les compro el alma a cambio de la inocencia de sus siervos, que hoy despertaron y descubrieron sus andanzas con Satanás y se niegan a seguirle sus doctrinas traidoras, como es posible que hayan cambiado la ostia celestial, que es el pan de nuestro señor Jesús Cristo, por la mentira, que es la negación de la ideología que practican, se volvieron enfermos incurables, con obsesiones de magnicidio para asaltar el poder, porque un día alguien le dijo que ellos eran los herederos y que les pertenecía porque era una herencia de la rancia oligarquía
Los hijos de Satanás se involucraron en este laberinto, engañando a Dios y traicionando a su pueblo, se arrastraron ante el imperio, sin importar sotana, ni el respeto que a través de la historia se habían ganado ante los feligreses, que hoy no quieren saber de sus marramucias
Hoy no es tan fácil saber quien es quien, de lo que si esta seguro este bravo pueblo, es que hagan lo que hagan no volverán, a menos que sea por encima de de los cadáveres del pueblo y tanto la iglesia como la sociedad golpista que lo apoyan saben que el precio es alto y que PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
A los hijos de Satanás se les esta quemando el rabo
