Ya están regresando los turistas de sus viajes de amarguras y de planificación terrorista, han estado en madrigueras internacionales recibiendo instrucciones golpistas, porque hasta ahora no encuentran el plan para tumbar el gobierno bolivariano y sabemos que no lo encontraran, porque el plan perfecto lo tiene el pueblo, para defenderse de cualquier ataque, aunque venga del mismo demonio.
Las instrucciones recibidas no tienen el efecto que fueron a buscar, porque aun no comienzan hacer escándalo o es que la actuación de este pueblo los mantiene a distancia y en dudas, porque saben que rodilla en tierra y con la conciencia en alto, estamos preparados para cualquier ataque, venga de donde venga y lo más seguro es que sea de los traidores de la patria, que serán esperados por la fuerza de la revolución para hacerlos morder el polvo en las primeras de cambio, sus amos los entrenaron y mandan a cumplir los planes macabros que traen de sus vacaciones de turistas fracasados.
Tenemos que neutralizarlos, ellos trataran de cualquier forma encontrar sangre y nosotros estamos obligados a estar pendientes para evitarlo, pero sin descuido con la preparación y alerta en la retaguardia, sabiendo que no somos unos locos desbandados, convencidos de ser patriotas revolucionarios.
Ellos no tienen pueblo y lo saben, por lo tanto no pueden hacer nada que no sea irregular y es bien sabido que para hacer una revolución se necesita pueblo, incluso para dar un golpe de estado se necesita pueblo y ellos no lo tienen, ni para una cosa, ni para lo otro, todos sus planes están destinados hacia la conspiración, a asaltar el poder por la fuerza, utilizar algunos disociados, arriesgándolos a lo que sea con tal de conseguir su fin, que no es otro que la traición y su esquema es el terrorismo.
Estos años que llevamos de revolución bolivariana han despertado en un porcentaje alto la preparación y el intelecto de nuestros patriotas, de tal forma que lo que hicimos en abril de 2002, hoy estamos en condición de duplicar el combate y con ellos disminuidos la batalla se desproporciona a nuestro favor, condiciones que ellos conocen, pero que la desesperación no les permite aceptar.
Tenemos una capacidad que nos hace grandes para defender nuestra patria, nuestros fundamentos no son superfáciles, tenemos la convicción que el equilibrio esta de nuestro lado, la profundidad y el amor por el ser humano nos hace entender que el camino más cercano a la felicidad es el que escogimos y juntos con el HOMBRE QUE EMPUJA vamos rumbo a la inmensidad porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
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