La Conferencia Episcopal y el Magnicidio

Muy lejos y el subconsciente de la humanidad aparece el lunar de la inquisición. Fue sin lugar a dudas un acontecimiento aberrante y perverso donde la cúpula de la iglesia, haciendo un uso despiadado del poder que para ese entonces tenían, logran la capacidad para acabar con las ideas que no “cuadraban” con su pensamiento. La inquisición no ha desaparecido realmente, simplemente asumió un nombre o un esquema organizacional más adecuado a la época (Conferencia Episcopal) y como hoy, no tienen el mismo poder que tenían ayer para exterminar las ideas y los hombres que se atrevían a lanzar valientemente sus proyectos para hacer que una pequeña y tenue luz iluminara esa compleja oscuridad que esta institución mantenía en la sociedad

Hoy la inquisición se esconde con menos poder en las “conferencias episcopales” del mundo y donde esta representada la alta jerarquía de la iglesia. Hoy la Inquisición usa otros procedimientos más novedosos, pero tienen igual pretensión de acabar con las ideas y con los hombres que valientemente intentan subvertir el orden de explotación y hacer valer el pensamiento de amor, igualdad y solidaridad que enarboló Jesús Cristo. Es reciente, el papel de cómplice y de torturador que la iglesia con el consentimiento y autoría de los obispos, desempeño en las dictaduras de Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay. Obispos con Conferencia Episcopal y todo, fueron los responsables de abrir las fosas para meter los cuerpos de miles de jóvenes que los militares torturaron y mataron. A pesar de que el Papa Juan Pablo II Pidió perdón a la humanidad por los crímenes cometidos por la alta jerarquía de iglesia; aún persisten sus proyectos macabros.

Se conoce ya el interés que la Conferencia Episcopal de Venezuela tiene para darle el golpe a Chávez y como esa estrategia no parece funcionar; la Conferencia Episcopal designó a unos de sus obispos (no importa el nombre) para gestionar, coordinar y poner andar la estrategia del Magnicidio. Muy recientemente, el obispo designado puso andar la estrategia con la siguiente idea: “mientras Chávez respirare que nadie aspire”. Esa misma jerarquía eclesiástica que es la autora intelectual de esta estrategia, es la que suele decir con mucha frecuencia, que estamos viviendo una dictadura y con la libertad de expresión confiscada.

Esta frase (“Mientras Chávez respire que nadie aspire”) es un claro y típico mensaje de los tiempos de la inquisición. La diferencia está en que aquella época, la iglesia, producto del poder que tenía asesinaban directamente a los hombres y mujeres que osaban enfrentar con nuevas ideas, el poder de esa alta jerarquía. Ahora, esa jerarquía eclesiástica no controla todo el poder y es demasiado cobarde para ejecutar sus decisiones y por esa razón, el obispo designado apela a la manipulación mediática para poner andar su proyecto de magnicidio.

En esta oportunidad abandonan el enfoque “subliminal” para estimular el odio. Ahora esa jerarquía de la iglesia representada por la conferencia episcopal e integrada por obispos racistas continúan actuando en la oscuridad, porque eso les impide verse la cara de cobarde que tienen. Por ser cobarde, no ejecutan nada, simplemente lanzan amenazas y coordinan reuniones en la “casa de Dios” para poner andar con los actores políticos sus planes inquisitivos. No les importa la democracia ni la voluntad de la mayoría de venezolanos que empujan y luchan para transformar este país y logar que la exclusión sea una norma del sistema. Eso de la inclusión social lo tiene enfermo y pecadores, pues ese proceso de inclusión, conspira con sus ideas racistas que se filtran en sus comunicados y en las conclusiones de sus frecuentes encuentros. La solidaridad y el amor que son procesos claves dentro de los auténticos cristianos, los irrita abiertamente y por esa razón, continúan en su proceso de representar a la oposición y de ser coordinadores de todos los intentos que actualmente se planifican para “calentar la calle” e impedir que el proyecto de reforma constitucional, asegure definitivamente, la participación y el protagonismo del pueblo en el proceso de transformación e inclusión social que contiene los 30 artículos del proyecto.

“Mientras Chávez respire que nadie aspire” es una orden ofrecida por la jerarquía de la iglesia venezolana y su conferencia episcopal para poner andar otra vez la idea del magnicidio. Cualquier disociado de la oposición, creyendo que la voz de estos Obispos en la voz de Dios, tiene ya el consentimiento para acabar con las ideas de Chávez, con Chávez y el Chavismo.

evaristomarcano@cantv.net


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Evaristo Marcano Marín


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