Me encontraba reunido en mi batallón, cuando de repente, desde mi bolsillo, salió una voz que decía: A-tré-ve-te. A- tré-vete. Cuando vi que todos los compañeros se volvieron hacia mí, recordé que Cynthia Machado Zuloaga me había regalado un celular con el repique de su voz diciendo atrévete, porque ella no me podía llamar “por ese celular tuyo, Roberto, por donde seguro te llama toda esa chusma chavista”.
Saqué le teléfono y salí rumbo al jardín de la casa donde se reúne el batallón, al salir escuche algunos comentarios de los compañeros, “Este tipo está infiltrado”. “Nadie puede tener un celular diciendo atrévete, porque eso es pavoso”. Atendí el teléfono y era la voz de Cynthia que me invitaba a vernos “porque tengo una teoría que discutir contigo, amigo”
Después que terminó la reunión, salí corriendo al Centro San Ignacio y allí estaba ella, desde lejos se veía aquel cuerpo irradiando salud y belleza y deseos. Me acerqué y se puso de pie, me dio un beso que envidió todo la gente del Centro y luego que me senté comenzó a decirme:
- He llegado a la conclusión de que toda la oposición es mediocre, incluso tu amigo Teodoro Petkoff. No dicen nada nuevo. Solamente ofenden. Siguen llamando chusma, tierrùos, pataenelsuelo, marginales. A los chavistas, es decir, como no tienen argumentos, salen con esos calificativos. Pero hay más, los que tienen columnas en la prensa, que son la gran mayoría. Repiten las mismas estupideces. Sin argumentos. Incluso, hay uno por allí que te llamó bufón, y que el gobierno te pagaba grandes sumas de dinero en cheques y no da una prueba. Cuando le dices, bueno, ven acá, tú me vas a demostrar lo que estás diciendo. Entonces se pierden, evaden. No solamente son mediocres, son cobardes, imbéciles, y ya me tienen molesta, porque con esa gente no se va a ninguna parte. Sólo me queda decir: Viva la mediocridad.
Siempre que se molesta se pone más linda. Su cuerpo tiembla en la silla porque está molesta con su oposición. “Con esa gente que toda la vida ha vivido a costilla de nosotros los ricos, y ahora que los necesitamos, no aportan nada, una idea para salir de Chávez. No, amigo, la mediocridad se achantó en esos cerebros y ya no dan más. Eso te quería decir, Roberto. Con esta oposición tan mediocre vamos a tener Chávez para rato.
El mesonero estuvo a punto de aplaudirla, pero se aguantó cuando vio la cara de Cynthia que lo veía con rabia.
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