Hace algo más de una semana, fallecía el ex-Cardenal Rosalío Castillo Lara. No quise escribir entonces, después de semanas sin escribir aquí, nada acerca de él. De todas maneras, como aquí casi que hemos llegado a un acuerdo sobre la figura de este jerarca católico, haré uso de mi libertad de expresión.
Y la uso para decir que, lamentablemente, en los últimos años de su vida Rosalio Castillo Lara (y no sabemos si sería así desde el principio) casi siempre estuvo al lado de las fuerzas más retardatarias y reaccionarias de nuestra sociedad. Al igual que sus antecesores en el Cardenalato y sus colegas de la Cúpula Podrida de la Conferencia Episcopal se había convertido, sin que nadie se lo pidiera, en la "conciencia" del pueblo venezolano. Alguien decía que, si llegaba a viejo, y se ponía a hacer y decir tonterías, que no lo dejaran hacer. Lamentablemente, no hubo quien se atreviera a llevarle las cuentas. Y por eso, se convirtió en más de una ocasión en hazmerreir de programas como "La Hojilla" o "La Réplica" y en blanco de numerosas críticas destructivas, a veces.
Para probar la clase de hombre en el cual se había convertido baste recordar como convirtió su última Misa en plena fiesta religiosa de la La Divina Pastora, en un bombardeo de faltas de respeto para con el pueblo católico
larense, lo que no pasó desapercibido para las cámaras de una televisora privada local...y después que no digan que fue culpa de Venezolana de Televisión. Recuerdo su despectivo «¡Que se retiren! ¡No importa!», ante la llamada de atención de algún Monseñor preocupado por el retiro del público que pedía a gritos que se celebrara una Misa. ¿Es acaso esta la actitud de un verdadero hombre «al servicio de Dios»?. Será que habría que darle la razón al caricaturista Omar Cruz cuando lo dibujó con rostro siniestro, un crucifijo con un Cristo apuñalado y una "medalla" con la cruz svástica de los nazis...
Hasta donde yo recuerdo, no supe jamás que este "Santo Varón" por problemas sociales, ni menos por el cada vez más notorio abandono de la feligresía católica hacia otros cultos. Una de las razones para ello, es precisamente la actitud soberbia y despótica de esta clase de personajes que se niega a recibir en su despacho a quien le necesite y que cree que, con su poder, puede mandar más que un dinamo. Cuando esta clase de hombres sabe de un Padre Martín Zapata, un Padre Rojas o un Padre Vidal Atencio, si lo tiene bajo su juridicción, no dudará en suprimirlo de algún modo o de otro, como recientemente intentó con uno de los nombrados.
¿Y que hay de la "regalada vida" que se dan algunos de estos "príncipes de la iglesia" tan diferente a la vida llena de sacrificios de Cristo?. Y a propósito, eso de llamar "príncipes de la Iglesia" a estos prelados es algo que no puedo aceptar, ni menos entender. Si el Señor dijo que su reino no era de este mundo (ni de otro planeta, añado) entonces, ¿de donde son príncipes estos señores?. Es otro de los resabios que vienen de la hora nefasta en la cual el Cristianismo entró en los palacios. Habría que repetir con Mahatma Gandhi: "Creo en Cristo, pero no en los cristianos".
Por eso hoy, en la noche de Halloween, espero que el espectro del ya ido ex-Cardenal le sirva de inspiración a los "bichitos" neocolonialistas que tienen en gente como Patricia Poleo, su mejor ejemplo. Digo, para que se sientan mejor acompañados, para ver si esta vez la "ligan" y logran que salgamos del "oprobioso dictador" por cuya culpa ahora formamos parte del "eje del mal" entre los 184 que le piden a gritos al Imperio que le quiten el bloqueo a Cuba. Ah, y que recuerden que Mi Comandante se "echó al pico" a dos Cardenales...porque el "Urósico Jefe de la Pandilla" también está echando vaina.
¡QUE NO VUELVAN MÁS NUNCA!.
ramjar@intercable.net.ve