El 30 de junio de este año, en la página 16 del diario Últimas Noticias, apareció esta nota: Rosales hablará ante socialistas del mundo. "El gobernador del Zulia y líder de Un Nuevo Tiempo, Manuel Rosales, hablará mañana ante el XXIII Congreso de la Internacional Socialista, a celebrarse en Atenas, Grecia, para tratar el tema de la falta de democracia que se vive en muchos países, y que a su juicio, existe en Venezuela".
Manuel Rosales ha llegado a donde tenía que llegar. A punta de frases, ideas y pensamientos novedosos, Rosales llega a Atenas. Allí seguramente preguntará por sus antecesores: Sócrates, Platón, Aristóteles, Tales de Mileto, Sófocles, Anaximandro, en fin, todos aquellos a los que seguramente Rosales de Maracaibo ha leído en profundidad.
También dice la nota de Últimas Noticias que acompañan a Rosales a Grecia Ismael García, Didalco Bolívar, Henry Ramos Allup y Leopoldo Puchi.
Ellos van para escuchar a Rosales. Ellos van como peripatéticos, es decir, caminarán por Atenas detrás de Rosales escuchando sus pensamientos, sus aforismos.
Pienso que seguramente Rosales se siente en su patio. En su casa. Dicen que en el Aeropuerto Internacional de La Chinita, antes de subir al avión, Rosales se sacó el pañuelo y limpió el sudor que corría a chorros por su cara, y declaró a un periodista del diario El Partenón: "Pienso, luego voy a Grecia". Y para afirmar su pensamiento filosófico, siguió diciendo: "Sólo sé que voy a Grecia". El periodista, corresponsal del diario griego en Venezuela, insistió en oír a Rosales y le preguntó si no tenía ninguna preocupación, y Rosales, viéndolo detenidamente, dijo: "Debo confesar que me preocupa una sola cosa: todo".
Dicen también que, estando en el aeropuerto, un periodista le preguntó si él era Manuel Rosales, y el gobernador se puso de pie y contestó: "Conóceme a mí mismo".
Un rector de la Universidad de Carabobo, en las elecciones de 1998, cuando Alfaro Ucero era el candidato de AD, declaró una tarde valenciana que "Alfaro Ucero era el Sócrates de Venezuela". Lo que quiere decir que los filósofos siempre han estado presentes en nuestras elecciones. Y eso habla muy bien de nuestro país. Sólo que ahora, con la llegada de Rosales a Atenas, se ha cerrado el círculo: cogito ergo sum.
robertomalaver@gmail.com