Nada queda oculto ya en el tintero de los representantes de la oposición y de los políticos que juegan dentro de la conferencia episcopal. Todo está plenamente descubierto y resta hacerle seguimiento a sus futuras actuaciones para comprobar que estas actuaciones se mueven siempre dentro de una lógica que apuesta por el odio y por favorecer valores apátridas
Durante el 2002 y 2003, toda la oposición con el visto bueno y actuación destacada de los señores obispos, se propusieron hacer “aullar” (como en Chile) a la economía venezolana, como una estrategia para salir de Chávez. Su estrategia estuvo dirigida a destruir la economía y hacernos pasar hambre. Para ese momento, esa era su bandera política y detrás de ella, flameaba otra, con uno de sus principales valores: Su antivenezolaanismo. Todo estaba centrado simple y sencillamente en ese sentimiento, que por momentos, tomaba cuerpo en otra posición vacía de contenido político y que logra expresarse con otra simpleza: ¡Fuera Chávez! ¡Fuera ese negro!
Esas son las dos únicas cosas básicas que recoge su proyecto de país. Esas dos manifestaciones solían acompañarlas con actuaciones que simplemente trataban de alimentar ese odio y ese antivenezolanismo. Un momento de inflexión o descuadre de su lema, se produjo cuando Chávez y los sectores populares que lo apoyan, sintieron la necesidad de darle más sentido nacional al proyecto y decidieron, “colorear” las propuestas con la bandera nacional. El grupo de antichavistas, que tienen como símbolo la bandera de los EEUU, optaron por seguirle el paso a su inflexión, descubriendo así, que tenían una bandera y llegaron a usar hasta como “prenda intima”. Más tarde, se percataron que habían cometido un error asumiendo la bandera nacional como un símbolo de lucha y optaron por voltearla para liberar sus culpas y darle total cabida a sus sentimientos apátridas.
Los Obispos con el apoyo de la conferencia episcopal han tenido una participación destacada en esta campaña y en estos días, se ha podido ver como en una misa; el cura optó por colocarla al revés. Se puso en evidencia así, ese sentimiento antivenezolano, pero además de ese comportamiento, pudo verse la mano de esta férrea dictadura, que no ha podido actuar frente a un cura que se dio el lujo de pisotear y burlarse de uno de los símbolos más importante de los venezolanos. La conferencia episcopal que cuestionó la presencia del presidente de Uruguay y Chávez en una misa, goza este atropello a un símbolo patrio.
No hay valores ni ética en esa búsqueda de alguna bandera política. Cualquiera cosa puede servirle y ese intento, optaron por tomar a Nixón Moreno como símbolo y un valor democrático. Nixón, cuya referencia más inmediata lo ubica como un estudiante “destacado” con más de 15 años cursando estudios en una universidad pública y un hoja de servicio en la cual la violación, resalta como una de sus competencias y herramienta políticas básicas, se convirtió con la destacada participación de esa iglesia, en un “icono” de la oposición y de los obispos. Nixón fue adoptado por esa institución putrefacta, que entre sus acciones más frecuente, tiene la costumbre de tapar y esconder a curas y obispos, cuyas trayectorias y actuaciones están en la línea diabólica de la violaciones de niños y niñas.
La historia y lo que se ha podido ver después, confirman ese patrón de comportamiento. Más recientemente y para a poner a prueba su antivenezolaanismo, jugaron y apostaron todo (sin ningún temor) por los intereses de la EXXON, argumentando, que la PDVSA que ellos intentaron liquidar con el paro petrolero, era prácticamente un cadáver. PDVSA salió airosa de ese proceso y días después, se conoció que la empresa había logrado una mejor ubicación entre la empresas más importantes y sólidas del mundo.
Apostaron por Uribe. Es tan descarada la supuesta profundidad social de su concepción democrática, que en los últimos eventos cargaban al jefe máximo de la parapolítica colombiana, como una de las más importantes referencia democrática del continente. Desean para Venezuela a un Uribe.
Guardaron silencio con la decisión del parlamento europeo de aprobar la “directiva de retorno”. Se siente europeos. Son tan indignos con ellos mismos, que producir una opinión contra esa política, sería violentar su concepción fascista y reaccionaria y eso no está dentro de lógica.
Los obispos, los partidos corruptos y sus políticos, cierran filas por la incorporación de personas inhabilitadas. Su razón (y de ahí su valores) no responde a que son personas que actuaron indebidamente en funciones de gobierno. Eso carece de sentido; el reclamo, se explica porque el artículo de la Ley de Contraloría es anticonstitucional.
Venezuela desde la histórica participación de Prieto Figueroa, tuvo como norte una lucha por erradicar una educación de casta para imponer un modelo de educación popular o educación de masa. Prieto con su hacer y proponer, fue una importante referencia en esta lucha, que por supuesto tuvo en la privatización de ese servicio muro de contención de todas estas iniciativas masificación e inclusión. Esta fue siempre una bandera de los Obispos, pero ahora, la derecha (COPEI, AD, PJ, Podemos, MAS, UNT) toman para si, la bandera política de los obispos y defienden la tesis de privatización de este servicio público. Su lógica lo conduce a sostener y proponer que el servicio que prestan empresas de colegios públicos se incremente lo más alto posible para que así, puedan asegurarse que el servicio que prestan estas empresas “educativas” sean siempre para ellos.
Ahora estamos viendo nuevamente sus miserias, cuando se conoció el “accidente” donde murieron oficiales venezolanos en Bolivia. Le molesta que oficiales venezolanos formen parte de misiones solidarias con países hermanos. La solidaridad los irrita. Para ellos, ese sentimiento carece de sentido, porque son naturalmente serviles
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