DESDE CARACAS.- Cynthia Machado Zuloaga dice que no va de vacaciones por culpa de la oposición. Se va a quedar con su familia trabajando para ver si “hacemos el milagro y ganamos las gobernaciones y alcaldías”.
Está molesta porque los candidatos son adecos. Dice que “el pasado es nuestro futuro, amigo Roberto”. Y se ríe. Y después de tomarse un sorbo de la botellita de agua Evian que su mesonero dejó sobre la mesa, sigue diciendo: “No es posible que volvamos a Antonio Ledezma, la oposición cree que este pueblo no tiene memoria, creen que un error así se puede olvidar fácilmente. Ese señor debe estar preso por lo que hizo en la alcaldía de Caracas. Pero Henry Ramos y Omar Barboza insisten en darle todo el apoyo y mi padre está que no colabora con más dinero para esos adecos”.
Como siempre, Cynthia está linda y elegante. Su cuerpo sigue siendo una escultura de carne y hueso que se mueve sensualmente cada vez que habla. Sus largas piernas se estiran por debajo de la mesa buscando comodidad. Su pelo se mueve con la brisa y su cara es un poema a la belleza. Es verdad: Cynthia es la mujer más bella que he visto en toda mi vida. Y sigue contando: “En el estado Lara estamos apoyando a un adeco que, como tú recordarás, estuvo en el diario El Nacional censurando las noticias después del cuatro de febrero. Se trata de Pedro Pablo Alcántara. Ese hombre que mejor debería irse a disfrutar del dinero que le ha quitado al país, ahora aparece como candidato, un adeco gris y fácil de olvidar”.
Con la vista busca al mesonero y lo encuentra ensimismado viéndola, como siempre, con la boca abierta, y lo llama. Le pide “otra botellita de agua y un café para mi amigo Roberto.” El mesonero me ve con envidia y sale de espaldas, para no dejar de ver el cuerpo de Cynthia. Ella, tan oligarca, tan rica de cuerpo y cuna, sigue contando: “Ese debe ser nuestro slogan: El pasado es nuestro futuro. Primero Justicia se acabó. Ramos Allup y Omar Barboza acabaron con el partido de los niñitos bien de Caracas. Los candidatos adecos se están imponiendo. Ahora le toca a otra adeca. Liliana Hernández en Chacao. Ya Leopoldo está inhabilitado y caliente. Ni siquiera puede imponer a su candidato Grateron”.
El mesonero se acerca silbandito. Coloca la botella de agua en la mesa y el café negro lo deja. Cynthia sigue diciendo: “Y en Nueva Esparta, tu tierra, Roberto, ahí apoyamos a otro adeco. A Morel Rodríguez, que tiene como catorce años mandando y ahora va por cuatro años más y se queja de la reelección de Chávez. Y un poco más allá está otro adeco, Eduardo Morales Gil, en el estado Sucre, es que no te digo más nada, amigo, el pasado es nuestro futuro” Cynthia Machado Zuloaga se pone de pie, toma agua de su botellita y después me dice: “Este país, mi país, tu país, se merece a los adecos que les vamos a imponer encima”.
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