Parafraseando al cineasta ELIO PIETRI, director de “La classe operaria va in paradiso”, podemos afirmar que este “rrrrégimen comunista, que atenta contra la propiedad privada”, tiene profundas contradicciones ya que en el seno de la Asamblea Nacional, dedican parte de sus sesiones a debatir como beneficiar a un sector de la clase explotada, cercano a un 8% del total de la población venezolana, es decir cerca de 1millon ochocientos tarjetahabientes, o dicho de otra forma se busca beneficiar no precisamente al sector obrero, sino aquellos profesionales, funcionarios al servicio del Estado, gerentes, asesores y nomina mayor del sector privado, entre otros. En una de estas sesiones se prevé aprobar un proyecto de Ley, que además de proteger a los usuarios de las tarjetas de crédito, de los abusos que comete la banca o clase explotadora, estimula a este sector de la clase media a consumir más, a adquirir más bienes; a aumentar su “Propiedad Privada”.
El citado proyecto de Ley dispone que los menores de edad podrán tener tarjetas de crédito y obliga a los bancos a instalar cámaras de vídeo y/o captahuellas, para evitar aquello de que el usuario demuestre que no hizo el retiro; también garantiza esta norma jurídica, que los estados de cuenta y plásticos no se cobren.
La protección a este sector de la sociedad impulsa o estimula a organizarse, lo que indica nuestro proyecto revolucionario de hacer cada día una sociedad más protagónica, ya que habla de la necesidad de conformar el Consejo Nacional de Usuarios de tarjetas de crédito, debito, prepagadas ...
De igual modo frena los apetitos capitalistas de la “ganancia”, al obligar al Banco Central de Venezuela a fijar las tasas de interés de los créditos, y elimina el cobro de intereses sobre los intereses, que en argot económico es llamado anatocismo.
Para mayor satisfacción de la clase media, mediante este proyecto de Ley, el porcentaje de retiro de divisas en el exterior que actualmente roban los banqueros, será eliminado.
Estamos seguros que este proyecto de Ley, además de beneficiar a este sector de clase media, hará sacar de quicio a más de uno que seguirá los consejos de globovisión y demás medios apátridas, que bajo la consigna de con mis tarjetas no se metan se desnudaran frente al BCV, defendiéndose de este “rrrrégimen comunista, que atenta contra la propiedad privada”.
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