En otros artículos he citado el sainete de Yon Goicochea en la AN, donde se compaginó la cobardía con la ridiculez, pero resulta que cuando se percatan de que ese señorito, como se dice en béisbol, “como pitcher no tiene nada en la bola”, buscan otro estudiante mercenario que ahora es un tal Ricardo Sánchez de la FCU de la UCV quien, para colmo de ser mediocre, medio bruto i semi enano, tiene una voz chillona i desagradable, no sabe responder preguntas i cree que el resto de las personas son tan escasas de talento como él, aunque creo que estudia Derecho. Veremos que le pasará a su video editado, puesto que todos vimos por VTV i también por Avila TV que el camión cargado de bombas molotov, piedras i otros elementos de agresión, fue abierto en plena vías pública por el Comandante Carlos Alberto Mesa, de la Policía Metropolitana, de modo que “la siembra” de ese material subversivo, la debió hacer un mago como David Copperfield o Cris Angelo.
Pero de seguido, otro acto de cobardía i ridiculez extrema. El conductor del vehículo, un “pobre viejito” casi calvo i con bigotote blanco, estaba sorprendido del hallazgo de la policía, pues él no sabía lo que estaban cargando en su camión, los pacíficos estudiantes opositores; quizá en ese momento, el pobrecito estaba evacuando para no decirlo con la palabra que rima con cargando. Además, está enfermito; tiene un soplo cardíaco i posiblemente por eso habrá de llevarse al Cardiológico Infantil. Yo estuve en la cárcel de Maracaibo por el supuesto delito de difamación e injuria, por solamente una palabra, calificar a dos personas de inescrupulosos, en el prólogo de un libro en relación con la historia de la medicina en el Zulia. Familiares, amigos i mi abogado, me pidieron que me hospitalizara por tener un insuficiencia mitral acentuada, pero yo no quise evadir la “justicia” de un juez venial, i preferí ir al penal. Tan cierto esto que, me tuve que operar de corazón abierto i voi a cumplir 18 años con una válvula metálica en mi corazón. Sin embargo, este pobre conductor que creía que un camión de ese inmenso tamaño (casi una gandola techada o cerrada) era para trasportar…¡ volantes o panfletos! Serían panfletos de la familia de Pedro Picapiedras. Brutísimo hasta para mentir, pero resulta que el mismo cínico personaje, aparece en un video en una reunión posiblemente de conspiradores, diciendo i gesticulando con la mano i un dedote como una salchicha o un cambur “quinientos” (está rollizo i saludable) diciendo con ínfulas de un general como Patton: “tenemos que salir de Chávez, ayer (sic) hoy o mañana, pero salir de él, cueste lo que cueste, así sea sudor, sangre o lágrimas”, frase que la debe haber tomado por “ósmosis social” o “de oídas”, puesto que no debe saber ni quién fue Winston Churchill, aunque no en el mismo orden de las palabras del Sir inglés. Ayer un recio opositor, hoi un pobre viejito enfermo. Otra vez ridiculez i cobardía juntas. Otro a quien debe aplicarse el artículo 148 de Código Penal, con soplo cardíaco i todo.
I para dejar la calle i sentarse frente al televisor, hai una cuña de ellos, pero que la vi en las ridiculeces que muestra VTV, un escuálido blanquito, enérgico i digno de estudiar diplomacia o estudios internacionales, quien se subleva porque el gobierno nacional protesta dignamente, despide al embajador i rompe relaciones con Israel, por el genocidio de Gaza i con aires de autoridad intelectual, exclama ¡Qué nos importa a nosotros lo que pasa en Gaza! O algo parecido, porque no puedo ponerme a escribir las burradas de otro analfabeto cultural de oposición. Sin embargo, es patente que en declaraciones como esas, no solamente van unidas cobardía i ridiculez, sino que se suma a todo la ignorancia, la falta de moralidad i ética i un desprecio monumental por la calidad de la vida, la justicia i el respeto a los derechos humanos i los sentimientos de solidaridad humana, que la tienen hasta los monos i otros animales. I todos los días, se repiten sin cesar, estos atentados sin que sus protagonistas sientan la mínima vergüenza ni el Poder Judicial i el Ministerio Público, les sancionen debidamente. La impunidad, en lo que más daño le hace a este soberano proceso revolucionario i socialista.
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