Para que una Revolución sentencie a prisión a los jefes policiales involucrados en los crímenes del 11A; le suelte un cuerazo a Rosales; meta en chirona a Baduel y anuncie el plan de acciones anticrisis teniendo en contra tan terrible plataforma mediática, necesita estar asentada sobre una base firme y poderosa de credibilidad. Y la mejor demostración de ellos es el alto índice de popularidad del Presidente Chávez (71%)reflejado en la más reciente encuesta.
Está tan sobrado Chávez con el pueblo civil y uniformado que no le pica ni coquito. Por ello es que está aplicando la vara de guindar gatos. Por más que la oposición se invente una de alterar el orden y la tranquilidad en aras de crear un estado de ingobernabilidad, que amerite la aplicación de la Carta Interamericana con intervención de Marines incluido se quedarán, una vez más, con la vela en la mano.
Imaginaron los cráneos escuálidos que la crisis por el bajón de los precios del petróleo era el aliño perfecto del caldo de cultivo que les permitiría crisitalizar sus aviesas intenciones. Vaya manera más fácil de montarse u.m.p.
Estos señores están tan errados que han comenzado a correr la especie que Rosales está siendo victimizado por Chávez porque le quiere como candidato presidencial para el 2012. ¡Coño! Pero es que se inventan unas cosas estos opositores que Ciro Peraloca quedó pa juguete.
No es cuento. El Proceso comienza a mostrar su fortaleza y a sacudirse de las "malas influencias" como decía mi abuela Fabiana. Ya vimos como anunciaron las medidas para contrarrestar los efectos que van a causar en la economía venezolana la debacle del Capitalismo Salvaje y no pasó nada pese a la bullaranga de los opositores mediáticos.
Observamos también como el Presidente Chávez anuncia la recuperación de los puertos, aeropuertos y autopistas en manos de los gobiernos regionales y los gobernadores opositores anuncian una guerra a muerte y no pasó nada. Ni siquiera explotó un inofensivo saltaperico.
Los macroproductores de arroz se pusieron necios al no procesar el arroz regulado desacatando al Gobierno y vino Chávez y les aplicó el ácido y no pasó nada. De pasodoble. Le puso un preparo a Polar, que si no agarraban mínimo les expropiaría todas las plantas procesadoras de alimentos. Los bichos parece que se tiraron tres.
García Carneiro le aplicó media manigueta a los administradores de los balnearios del litoral central y los puso al servicio del pueblo bajo la gerencia de los Consejos Comunales agrupados en Mancomunidades. A uno de ellos -Marina Grande - le expropió una playa (Playa Vasito) y tampoco pasó nada. A lo mucho. Una ración de chillío mediático.
JUICIO DE VALOR
Desde hace rato he venido sosteniendo que esa cantidad de nacionales que votan en contra de Chávez - por una u otra razón - merecen más respeto por los que se abrogan el liderazgo de ese grupo. No es con violencia ni con alteración del orden público ni con el apoyo del exterior que van a derrotar a Chávez. A Chávez sólo le derrota el voto del pueblo. Posibilidad, por ahora, harto difícil de concretar. De allí que sus adversarios tienen que entrar por el aro de la ley, del Estado de Derecho. Dejarse de guarimbas y de paros y de conflictos con aroma de golpe de estado. Pero lo primero que debe hacer la Oposición es respetar y reconocer el liderazgo de Chávez y su legitimidad como Presidente electo por voluntad popular. Es así como tiene que empezar. Sí hace eso, comienza a ganarse la consideración y el respeto de la gente seria. Otra cosa que tiene que hacer por ley de mato pollero es deslastarse de los oligarcas golpistas, esos que porque tienen biyuyos pueden hacer y deshacer a su antojo. A esos bichos la Oposición realmente democrática debe mandarlos a lavarse ese paltó.
TINTERO
Este viernes fui al Terminal Auxiliar de Aeropuertos de Maiquetía y ví a un gentío saliendo para USA, Europa e islas del Caribe. Gente con cara sin problemas. Con las maletas full de dólares, de euros. Catires y ojos azules, en su mayoría. Viajan con mascota y todo, y hasta con la criada para que le limpie el pupó al carajito.
Es la otra Venezuela, la de los privilegios, la de los oligarcas, la que le arrecha que Chávez haya puesto en manos del pueblo todo el poder de su gobierno; la que no le gusta que el cholúo asista al Terresa Carreño ni que haya aprendido a leer y a escribir. Es la propia gente que toda la vida ha soñado con ver a Chávez fuera de Miraflores, humillado y maltratado como Noriega, Arístide. La misma gente que llama lumpen, escoria al pueblo, y zambo verrugoso al Presidente. La misma gente que todo lo quiere para ella y los demás, que se coman un seneque.
americoarcadio@yahoo.com