Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa
y al de la calle entera
Andrés Eloy Blanco
Esta especie de recursos caza estúpidos de “con mi hijo n te metas”, salió de los laboratorios de la Fundación Asamblea Nacional de Educación. No es malo recordar, que esa asamblea es un invento de Leonardo Carvajal y es posible, que esa campaña y la de quitarle la patria potestad, sea una idea generada en otro laboratorio pero Leonardo Carvajal pudo haber presentado una mejor oferta y la CIA se la adjudicó para que la asumiera. Si alguien conoce al profesor Carvajal (yo lo conozco), sabe que eso de estar apegado a la patria potestad, no es su pasa tiempo más fuerte y preferido.
Todo indica que estas dos campañas salen de ahí, y eso le ha ofrecido al Profesor Carvajal, la oportunidad de unos dólares para producir propaganda y tener unos ahorros, que no deben caerle mal, porque en la UCAB no debe cobrar tanto como en la UCV o no debe tener la prerrogativa de ser profesor con dedicación exclusiva en la Universidad y tener otra chamba, como cuando era profesor de la casa que vencía la sombras y se desempeñaba también como Vice-Ministro de la Juventud
Pero no es de Leonardo Carvajal el objetivo de esta nota. El asunto es jorungar un poco esas dos campañas y entender los significados que ellas tienen. Estas dos campañas no tiene ninguna vinculación sentimental con esa frase poética que dice así: “Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños que la calle se llena”. No hay mucha humanidad en ese lugar tan hediondo y miserable llamado clase media para ver al otro como una continuación se “su hijo”
Esa consigna creada en un laboratorio de guerra sucia y por mercenarios de cuello blanco que suelen usar corbatas para verse como gentecita, no tiene parentesco con ese fenómeno o sentimiento propio de los humanos y animales, que podemos escribir de diferentes manera (amor, solidaridad, sensibilidad, afecto) pero en el fondo es una genial forma de expresar la humanidad que puede existir en una persona.
Esa consigna-propaganda de con “mi hijo no te metas” y la campaña de eliminación de la “patria potestad”, para que el gobierno pueda comerse a los hijos de los venezolanos o mandarlo a Cuba, es un tema o un dato que permite comprender muchos fenómenos sociales y políticos. En primer lugar, nos comunica de la miseria y hediondez que existe en ese mundo de la dirigencia de la oposición. No hay regla, no hay respeto por nada y por nadie. Todo lo que sea bueno para salir de Chávez vale.
Ya se ha discutido mucho de esto, pero es necesario puntualizarlo por las consecuencias que a un corto plazo esto puede generar. Las personas que son más fácilmente manipuladas por esta campaña y que realmente se creen esta situación, son personas de la clase media que dicen ser profesionales, sabios, muy técnicos y académicos. Este dejarse manipular con esta campaña comunica varias hipótesis infelices, pero que tosas pueden ser realidades contundentes e incuestionables.
Veamos:
1) El Nivel de enfermedad es crítico y los psiquiatras de la oposición (medios, líderes, “intelectuales”) tienen definitivamente trazado el objetivo de volver loco a esta gente y eso puede en cualquier momento producir una tragedia.
2) Se conoce de experiencias y campañas de este tipo para generar angustias y miedos, pero no sabíamos que las probabilidades de convertir sabios y vivos en gafos, era tan fácil y con tan altas probabilidades.
3) El punto 1 y 2 son verdades absolutas por ahora, pero en el consciente y subconsciente de esta clase media, existe un gusano asqueroso y bastardo que se llama particularismo. Ese gusano asqueroso que acompaña a esos seres que habitan en un mundo hediondo y miserable, es el punto donde se afinca la campaña para generar ese estado de angustia. Con “mi hijo no te metas”, es un tratado de sociología que explica todo. No cabe en esos seres ninguno de los versos de esa linda poesía de Andrés Eloy, porque en esas podridas mentes; el gusano del particularismo vive a sus anchas. Son tan o más miserables y hediondos que los medios y los líderes que lo dirigen. No invento nada, describo una situación que puede ser muy desagradable al oído, pero es una gran verdad.
Con mi hijo no te metas” no es una consigna, es una marea de ser, que los medios y los líderes de la oposición saben explotar. Otros niños no existen. Otras personas no existen. Otros venezolanos no existen. Los niños de la calle y los niños huele pega que aparecieron en los gobiernos adecos-copeyanos nunca existieron para ese segmento, porque en la basura donde tienen sus consciencias no cabe el otro. En su hediondo ser, sólo hay lugar para ese particularismo egoísta y bastardo.
Formulémonos unas preguntas para entender mejor todo esto.
¿Quiénes están ahora poniendo andar la versión de la eliminación de la patria potestad no fueron los que produjeron ese perverso fenómeno de los niños de la calle y niños huele pegas?.. ¿Tenemos idea de cuántos caciques adecos-copeyanos dejaron hijos regados por ahí, que no saben ni de padres ni e patria potestad? ¿Cómo ese que esa calse media venezolana en ese tiempo no pudo empatarse en una lucha por preservarle a esos cientos de miles de niños sus derechos básicos y la patria potestad? ¿Cómo es que a Leonardo Carvajal cuando fue Vice-Ministro de la Juventud en Caldera II, los niños de la calle y los niños huele pega no les despertaron un mínimo interés?
Todo está claro en su modelo. No le interesan los venezolanos. Simplemente le les interesa conservar sus privilegios y conservar bajo su piel ese hediondo y bastardo gusano del particularismo.
evaristomarcano@cantv.net