Luego de sus vacaciones en Miami, La Costa Azul, Las montañas rocosas de EE UU, Hawai, Acapulco y otros paraísos, aptos para gastarse los dolares de la NED y la USAID, obtenidos mediante la ejecución de guarimbas, huelgas de menú y demás circos, las manitas blancas regresaron con las pilas cargadas, para incorporarse por guardias al circo montado en la sede de la OEA en Caracas, donde declararon la huelga y que de hambre, cuando la verdad es una huelga de menú, porque ya sabemos, que al concluir la huelga todos salen con unos cuantos kilos demás con las atipladas de Reina Pepiada y pollo a la broaster que se dan por las noches cuando desaparecen las miradas indiscretas. Los payasos del interior se incorporaron pocas horas antes de cerrar el circo en Caracas, con el líder de los calendarios con poses raras, pero era necesario para ganar centimetraje en la prensa.
La verdad, no sorprendió a nadie lo que hicieron al final de la fracasada marcha, pues ante la carencia de intelecto para enviar un mensaje coherente, la ausencia de un proyecto serio para oponerlo a las políticas del gobierno, pruebas para sustentar sus denuncias, no les quedó de otra que impúdicamente mostrar sus traseros, tal vez en subasta, a camarógrafos y fotógrafos que se limitaron a plasmarlos con sus equipos. De cualquier manera la cuña promocional fue gratis, en diferentes medios fue publicitada la mercancía puesta en venta por estos creativos muchachitos y muchachitas, que nos demuestran que no solo van a los paraísos a disfrutar de playas y buenas espirituosas, sino que también traen innovaciones, tal como esa puesta en práctica en pleno centro capitalino, al menos ese no es el estilo criollo, donde esas promociones las hacen a través de clasificados.
Lo lamentable es que esta espécimen de la fauna politiquera venezolana es la que se erige en vocera de una oposición al gobierno revolucionario. Por favor señores de la mesa de la discordia, busquen alternativas, para que podamos contar con una oposición seria, que como gobierno serio, democrático, revolucionario y con raíces de pueblo necesita este proceso socialista del Siglo XXI. El proceso y quienes estamos cerrando filas a su alrededor necesitamos con quien discutir programas, alternativas, porque no estamos cerrados a la discusión. La dialéctica nos enseña que lo mejor para encontrar salidas es el debate profundo, es el buscar los puntos de coincidencia para desde allí avanzar hacia senderos que nos permitan el reconocimiento del otro y el encuentro de los iguales.
El gobierno revolucionario necesita una oposición seria que de la cara, no lo que mostraron las manitas blancas luego de la fracasada marcha del sábado. Duele realmente ver a una juventud disociada, obnubilada por sueños golpistas fascistas, que le siembran sus manejadores a través de medios de comunicación o difusión, que definitivamente necesitan que la revolución les meta el ojo y los lleve al terreno legal. Porque es doloroso ver como se pierde el potencial rebelde de la juventud, que siempre equivocada o no con sus posiciones a través de la historia ha dejado algo digno.
Quienes jugamos ese rol de oposición a una dictadura civil, bipartidista, en la década de los 60, cuando lo normal era recoger cadáveres de estudiantes en las calles de las diferentes ciudades del país y los maltratos y torturas en diversos comandos de cuerpos de seguridad, luego de las manifestaciones populares que eran el pan de cada día, por el abandono y la comercialización de la educación, la represión permanente y la negativa de los órganos de gobierno a escuchar al pueblo, no podemos menos que deplorar, cuando estas generaciones de relevo en vez a salir a vender caras sus vidas, como lo hacíamos en la época dura, salen es a vender rábano barato y a montar con “Las Manitas blancas, el circo y el ridículo.
Periodista*
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