En el contexto de nuestra realidad política, la cacareada “teoría” de la unidad de la oposición está basada en la “lógica” que todo aquel de tendencia política contraria al gobierno, odia a Chávez. Tal vez esto no está muy lejos de la verdad. Sin embargo, sea cual sea la razón, no es bueno dejarse ofuscar por el aborrecimiento hacia un individuo. Igual de ciego como el amor, el odio es además bruto. En las últimas elecciones presidenciales, una oposición en “unidad perfecta” fue rechazada por más del 62% de los votantes.
¿Qué les hace pensar ahora que si se vuelven a unir, serán rechazados menos? En tres años, ¿cuáles han sido los méritos de la oposición?
Hay otra realidad que la oposición prefiere ignorar: ya no son de la simpatía de la mayoría de los venezolanos. Esto hiere a los egos políticos que se inflaron de protagonismo durante la cuarta república. Esa antipatía no es culpa de Chávez. El rechazo ya se les había expresado antes de la llegada del Teniente Coronel. En 1993, un pueblo desesperado por acabar con la cucaracha, prefirió a Caldera y su chiripero.
Estimados amigos de la oposición, antes de lanzar al aire audaces alucinaciones electorales, no pierdan el contacto con la realidad. “Si la oposición va desunida y dispersa a las parlamentarias, Chávez arrasará.” Tal cual dice Teodoro. Yo sé que en política, uno mas uno no es necesariamente dos. El que cree que es dos es como el que piensa que dos candidatos malos hacen uno bueno.
Preguntémosle a Irene Sáez, la que en el año 1998, después de “añadirse” el apoyo de COPEI y AD, pasó de primera en las encuestas a lugares de retaguardia en la lista de candidatos presidenciales. O a Enrique Salas Römer, que a pesar que nunca las encabezó, recibió la “bendición” del mismo apoyo cuatro días antes de las elecciones. Eso le “aseguró” su posición final en los resultados electorales. Estas son realidades históricas.
En cuatro elecciones de Chávez contra la oposición, este ha salido vencedor con más de 50% de los votos. Basados en esta otra realidad política, aún en caso que uno mas uno sea dos, desde 1998, dos nunca ha sido mas que el número de votos obtenidos por el jefe de la revolución.
Si la oposición va desunida, Chávez los barrerá. Si va unida, bueno, como dije: uno mas uno no es dos…
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