Siempre se ha dicho que la política es una cosa seria. Si a eso se unen pugnas, rencillas grupales, ambiciones partidistas, aspiraciones diversas, el asunto se torna peor. Hay quienes dicen que las organizaciones presentes en la MUD estaban pegadas con saliva de loro. Otros señalan que era una mampara de los viejos partidos para obtener el desenlace visto en los últimos días. Hay la convicción de que hacía falta mucho dinero para participar en igualdad de condiciones.
Quizás el principal escollo en la conformación de la MUD, y en la plena satisfacción de sus integrantes y periferia, está en aquello de la veteranía, unido a la tramposería o las marramucias, criticadas por los recién llegados que se creían con derecho a ser cabezas de lista o candidatos por consenso. En ocho meses transcurridos desde que se conformó esta Mesa, de tira y encoge, de dimes y diretes, de descalificaciones internas, vemos que han quedado como reinas de belleza triunfantes Henry Ramos Allup y Omar Barboza, es decir, la vieja Acción Democrática.
Un enardecido Enrique Mendoza, ex alcalde, ex gobernador, rechaza la ubicación que le asigna la equilibrada MUD, que le indica que se postule por Guarenas-Guatire. Y está tensando la cuerda al máximo para lograr lo que él dice merecer, en contra de lo que les ha ofrecido la Mesa a otros bates quebrados, como los llamó. Una airosa María Corina Machado, a quien sí la apoya el poder-poder, emerge arrasando a figuras como Carlos Vechio en la circunscripción más demandada.
¿Primarias o no primarias? He allí el dilema para la oposición. De 87 circunscripciones, se dijo que la oposición haría primarias en 24, luego en 22 y finalmente fueron 15 sólo aquellas en las cuales se dio esta modalidad el domingo 25 de abril. Se dan en un contexto de acusaciones y descalificaciones, aunado a que los aspirantes a competir debieron desembolsar entre BsF 20 y 60 millones para costear los gastos de tales comicios internos.
Se evidencia de nuevo la diáspora oposicionista en la MUD. Sazonada con las aspiraciones de los políticos presos, de los autoexiliados, de los asomados como Natera; de las estrellas estrelladas como Goicochea y de las cobeadas ONG. Ramos Allup se erige como el gran decisor: "Nosotros no vamos a ceder". Puntofijismo puro.
Periodista/Prof. universitaria