Mesa de la Unidad: ¿Dónde está el Problema de la Oposición?

En otras colaboraciones, he precisado que la oposición no logra comunicar por un interés polítiquero, el contenido y el sentido del proyecto de país que tienen. Ese aparente vació lo llenan con una actuación que tiene como denominador común, el antichavismo. Esta particular manera de conducir su actuación política, como ya conocemos, se enfoca a cuestionar todas las políticas e iniciativas que surgen del proceso, independientemente del sentido de su trayectoria social. En todo caso, y como ya lo he dicho en otras ocasiones; la política de oponerse por oponerse y el silencio que mantienen sobre asuntos internacionales que afecta a Venezuela, es ya una obra casi monumental de sus intenciones.

He sostenido también, que esta manera de conducir la política no descalifica mucho a la oposición porque ella está descalificada desde hace mucho tiempo. El problema que confrontan los partidos y las organizaciones que actúan como opositores no se origina por la “política” de “oponerse por oponerse” y guardar silencio sobre problemas internacionales vitales para el país. Pensé que este era el gran problema de la oposición, sin embargo, estoy cambiando de visión y paso a sostener, que los problemas que confronta ese sector y que logramos nuevamente observar con el desarrollo de la denominada mesa de la unidad, no están totalmente de ese lado. La coordinadora “democrática” ayer y la mesa de la unidad hoy, son en el fondo una síntoma de algo mucho peor, que simplemente se alimenta y sostiene a través de una dinámica que mantiene a la oposición en una hueco oscuro.

He seguido con algún interés los análisis que desde este lado han hecho de los planteamientos, propuestas, sugerencias y resultados de la mesa de la unidad y eso análisis por lo general se quedan en lo que Matus denomino una parte visible de la realidad (“fenosituacional”) conformado por hechos que muestras lo superficial de los fenómenos.

¿Cuáles son esos hechos? 1) Los partidos se repartieron los circuitos salidores, 2) Privatizaron la elección de los candidatos, 3) Los Partidos de la Oposición y sus Jefes (los medios) continúan alimentando el modelo cupular, 4) realizaron elecciones en 15 de los 87 circuitos electorales, y 5) Se cayeron a puños y hubo pataleos. Todo eso sucedió y formó parte de esa realidad que está muy en superficialidad, pero más al fondo del asunto, hay un desarrollo de situaciones que dan muchos más luces para comprender porque la mesa de la unidad hoy y la coordinadora “democrática” de ayer asumen un comportamiento para darle vida y sustento al modelo de cúpulas

¿Qué hizo la mesa de la unidad?

Si nos atenemos al desarrollo de la Mesa y a los resultados, la mesa de la unidad operacionalizó la elección de los candidatos bajo el principio y prácticas que usaron durante todo los cincuenta años del siglo XX. No hubo ninguna novedad porque efectivamente se repartieron el país, usando el método del dedo y la negociación para colocar sus candidatos y en sólo en 15 circuitos (17,24%) se escogieron a través de una consulta, que previamente había sido privatizada. A decir verdad, la democracia en ámbito de la oposición tiene un costo y un precio, que por supuesto está dependiendo de la ley de la oferta y demanda, como debe ser.

Pues si es así, como creo que fue; no hay que cargarles todo el asunto de la crítica a los conductores de la oposición y en cambio, es necesario revisar el asunto porque los conducidos o los seguidores de la oposición son mucho más responsables de las políticas o decisiones que adopta sus jefes. Esto es más grave, si se considera el dato por demás cierto, que los seguidores de la “política” de la oposición son muy sabios, profesionales, académicos y existe, por debajo de la mesa de la unidad (grupo intermedio) una cantidad considerable de politólogos con especializaciones, maestrías y doctorados (inteligentes e intelectuales todos) que viven todos los días analizando para darle líneas a los jefes.

¿Cuál es la línea?

Muy sencilla. Los seguidores de la oposición por su condición de sabios, profesionales, académicos, analistas y críticos imponen la pauta. No es lo que aparente ser: La cúpula de la mesa decide. Nada de eso, es todo lo contrario; los seguidores de la oposición están muy tranquilos porque cinco o seis personas decidieron, sin salirse de la pequeña rosca de los partidos, colocar los candidatos que la mesa decidiera. Es decir, para ese mundo tan exquisito y lucido nada ha pasado y transfirieron a la mesa la capacidad para que escogieran los candidatos en el 83% de los circuitos. Quiero decir, para poner el claro el fondo del asunto (lo fenosituacional), que la oposición es así muy “peorcita”, porque los seguidores de esa mesa y de los partidos de la oposición son un “tantito” peor. Se necesita contar con una militancia de la oposición tan desatinada, boba y necia para que sucedan estas cosas y los venezolanos ubicados en ambos frentes no tengamos el derecho de tener partidos de oposición.

Aunque no lo digan y escriba, el proyecto está muy claramente escrito: Democracia representativa, privatización de la política y unos sabios (pero bobos) delegando poder.

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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