I.
Por lo que leemos y lo que vemos, el paludismo sigue siendo un problema grave para los países del sur.
Se sabe mucho de los estragos que causa.
Si leemos el "Informe Mundial sobre el Paludismo 2017" (1) emitido por la Organización Mundial de Salud (OMS) con la situacion del año 2016, vamos a encontrar que se registraron 216 millones de casos pero se estima que pudieron ser unos 300 millones y que las muertes registradas sumaron 445 mil pero la realidad pudiera ser el triple.
En ese informe se refieren a Venezuela colocándolo entre los cuatro países con emergencia por paludismo y en primer lugar de latinoamérica con el 76% de casos, lo cual describe en el Punto 8.2.4, donde se señala entre otras cosas, que de 136.402 casos pasó a 240.613 y que el problema está concentrado en el estado Bolívar con un 74%, con la particularidad que el municipio Sifontes registra el 43% del nivel nacional en el 2016. Las muertes se debieron a dos tipos de parásitos: la mayoría por Plasmodium Vivax y un 25 % por Plasmodium Falciparum.
Si analizamos la realidad reciente del paludismo en nuestro estado Bolívar, veremos que hubo una gran crisis marcada por el incremento de casos, la falta de medicamentos por bloqueo económico y la especulación con medicina de contrabando, la cual fue controlada por un operativo gubernamental con apoyo internacional. Sin embargo, la crisis puede repetirse, ya que persisten las condiciones que la originaron.
Se sabe y se habla mucho de los agentes transmisores y de los parásitos productores del paludismo. En los últimos 100 años se recogen muchos hechos y esfuerzos científicos para conocer la enfermedad y sus causas: Ronald Ross, Premio Nobel de Medicina en 1902 por certificar que el mosquito es el agente transmisor; Charles Alphonse, Premio Nobel de Medicina en 1907 por descubrir los parásitos o Plasmodium; hasta hay un DíaMundial del Paludismo (25 de Abril). Pero son pocos los pasos practicados en la prevención del paludismo con fortalecimiento natural del cuerpo humano.
Se sabe mucho de los tratamientos farmacéuticos mas comerciales como Primaquina, Cloroquina, Atovacuom, Lumefantrine, Doxiciclina, Clindamicina, Proaguanil, Mefloquina,Piperaquina. Pero muy poco o nada se dice se los tratamientos naturales ancestrales y tradicionales.
Ese es un panorama muy sombrío para la salud, si seguimos repitiendo esa lógica.
II.
Para tener un mundo libre de paludismo hay que cambiar la lógica con una estrategia naturista: cuerpos con fuertes mecanismos de defensa y un arsenal de productos naturales disponibles en la comunidad para tratar casos excepcionales.
Entonces hay que descifrar y divulgar las características de la gente que vive en zonas endémicas y es atacado por mosquitos infectados pero no se enferma de paludismo. ¿Qué tipo de sangre tiene?. ¿De qué se alimenta?. ¿Cuál es su estilo de vida?, entre varias características.
Hay que ir a las raíces de la humanidad. Los Incas en Nuestra América utilizaban el árbol Cinchona que contiene el alcaloide quinina para tratar el paludismo y este conocimiento lo llevaron los Jesuitas a Europa en 1640. Los chinos tienen milenios utilizando la planta Artemisa, lo cual fue sistematizado en el año 1596 por Li Shizhen, el mayor naturista chino conocido.
La literatura científica dice que la planta Cardo Mariano sirve para fortificar el hígado, al grado de impedir que allí se alojen y reproduzcan los parásitos que provocan el paludismo.
La humanidad cuenta con muchos recursos naturales para librarse del paludismo: sauce blanco, clavo de olor, limón, sen, epazote y otras plantas, hierbas y especies que han sido utilizadas, tanto por la tradición chamanica, como por la medicina tradicional para proteger y defender a sus pueblos del paludismo.
Tenemos que visibilizar, promocionar y hacer nuestro, el Premio Nobel de Medicina de 2015 que se ganó la Dra. Tu Youyou, nuestra hermana china revolucionaria que unió la medicina científica con la medicina tradicional y ancestral para ofrecer una tratamiento eficaz contra el paludismo, utilizando el potencial de su planta originaria: la Artemisa.
III.
Como pueblo nos toca: a) buscar el menú y el estilo de vida para hacernos inmunes al paludismo; b) rescatar y socializar las 100 recetas naturales contra el paludismo y c) cultivar Artemisa en cada una de nuestras casas.
Al Estado le proponemos: a) Poner en marcha un Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo de Alternativas Naturistas contra el Paludismo; b) Promover la investigación sobre la Artemisa con el "Premio Tu YouYou" en varias modalidades y c) Relanzar la Red de Jardines Botánicos en todo el país.
Alexis Adarfio Marín
Referencias: