Sin lugar a dudas de ningún tipo somos protagonistas de un tiempo histórico que por lo reciente a otros les corresponderá su análisis con muchísima más propiedad, de momento solo nos resta dar nuestros modestos aportes para la construcción de esa “otra política” que vaya de la mano con los tiempos que corren, por una parte el infame sistema capitalista busca crear un sistema único de dominación usando todas las formas de violencia conocidas y no conocidas también, masacrando pueblos enteros ante la mirada impotente de millones de seres humanos, se usa la fuerza militar desproporcionada contra cualquier pueblo que posea las riquezas que el sistema infame capitalista necesita para sostener su consumista modo de vida, pasando incluso de la manera mas descarada por sobre instituciones y resoluciones propuestas por ellos mismos y controladas por ellos mismos también, llámese consejo de seguridad de las naciones unidas, asamblea general de naciones unidas, organización de estados americanos, comisiones de derechos humanos de todo tipo, cortes internacionales etc., no importa sobre quien o quienes haya que pasar y cuanta gente haya que asesinar para ello, lo importante es garantizar que ese nuevo orden mundial que se necesita crear se estabilice y consolide, infiltran fuerzas mercenarias en países a los cuales se necesita derrocar su gobierno y cuando estos gobiernos legítimamente constituidos responden se usan elementos armados previamente en un expediente elaborado para tal fin y se les acusa de masacrar civiles inocentes, asesinan a sus presidentes y roban descaradamente su reservas internacionales en bancos de cualquiera de sus socios( caso LIBIA) y nadie absolutamente nadie se los puede impedir.
Pero por otro lado a la vez que esto ocurre a nivel de potencias imperiales y sus lacayos nosotros los pueblos en resistencia nos movilizamos, organizamos y le hacemos frente a esta desigual guerra haciendo uso de nuestras reservas morales y éticas a manera de vanguardias revolucionarias y lideres que interpretan correctamente el momento histórico que les correspondió vivir y se colocan del lado de los pueblos y sus derechos mas elementales y junto a sus pueblos avanzamos en medio de una guerra de proporciones planetarias y con todo en nuestra contra y con casi nulas probabilidades de sobrevivir a un enfrentamiento armado con cualquiera de estas potencias imperiales.
Si asumimos cultura como el conjunto de conocimientos, costumbres, traiciones e historia de un individuo o un gran numero de individuos a lo cual le llamamos pueblo hay que necesariamente contrastarlo con el simulacro al que estamos siendo sometidos por esa casta que pretende erigirse como dueña de todos nosotros de nuestro destino e intereses, que comer, donde comerlo, que vestir donde comprarlo, que usar y donde obtenerlo entendiendo por simulacro algo que no se tiene pero se aparenta tenerlo, ellos pretenden hacernos creer que tienen el poder todo el poder cuando en verdad tanto el poder como la política ya no existen, son reminiscencias de un pasado reciente que por la velocidad del mundo no nos dio tiempo de darnos cuenta cuando el poder y la política tal y como la conocimos en su definición tradicional ya no existen.
Son otros los códigos a interpretar, hay una pugna, un enfrentamiento directo, salvaje, depredador, asesino, violento, con armas biológicas, armas de guerra, armas nucleares, armas psicológicas, un escenario virtual y otro el real el verdadero, dos mudos paralelos que cohabitan en nuestro cerebro el uno busca someter al otro y despojarlo de todo para de este modo apropiarse fraudulentamente aceptado por todos de lo que nos pertenece como son nuestras riquezas tanto materiales como intelectuales, esa es la gran batalla que se da en diversos escenarios del mundo dentro del cual nosotros formamos parte de una vanguardia que promete mucho si logramos descifrar esos códigos si al contrario nos derrotan nuestras miserias todo se habrá consumado y a la humanidad le espera un final que nadie desea.
De tal modo que así a mi modesto entender están las cosas, o se está de un lado o se está del otro, no ha medias tintas, no hay conciliación posible con esa burguesía criminal o somos los pueblos que queremos vivir en paz y con lo necesario o son ellos y sus cómplices que muchas veces hasta por analfabetismo funcional se colocan del lado equivocado.
Es mucho más que ser o no ser Chavista lo que nos estamos jugando el próximo 7 de octubre.
Juramos vencer y venceremos
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