“Nada es tan bajo y vil como el ser altivo con el humilde”
Séneca…
En la Venezuela socialista, la militancia de base no puede vivir adulando a un alcalde. Un camarada muy sabiamente en estos dijo me dijo con ironía. “Si aprendieras a ser sumiso al poder con esa pluma, todo lo tendrías fácil, así me lo expresó inteligentemente: “Si hubieras aprendido a jalar bolas, no tendrías por qué chocar con el que esta en el poder”. Esta sabia frase, grafica lo que en la actualidad muchos mediocres con el afán de conseguir prebendas se la pasan adulando a sus alcaldes, y otros para seguir ‘enchufados en el cargo’, esta mala práctica la arrastramos desde la colonia, que en revolución, ya debería estar desterrada.
Muchos expertos en materias municipales expresan que a través de un alcalde, autoridad que emana de la voluntad ciudadana, lograda a través de la confianza en las maquinas de votaciones, se esperan en este próximo 8-D, gobiernos municipales fuertes, sólidos que garanticen la paz, el orden, y un desarrollo urbano planificado. Un alcalde eficiente les debe garantizar a sus munícipes, unos servicios de educación, salud, seguridad ciudadana, agua y drenajes, así como la oportuna, y adecuada recolección, y tratamiento de la basura; lo que les permitirá a su vez exigirles a los ciudadanos que cumplan con las ordenanzas municipales; con el pago puntual, y oportuno de los impuestos, y tasas municipales; respetar las ordenanzas municipales; sacar los permisos de construcción, y las patentes antes de iniciar un negocio; ampliar las áreas verdes; mantener la limpieza de calles, parques, avenidas etc.
Un buen alcalde debe dar paso a la participación, a la transparencia de su gestión a través de los cabildos abiertos, y rendiciones de cuentas, articular acciones con los consejos comunales, con los cuales se pueda planificar adecuadamente el desarrollo, y permitir la contraloría social sobre el buen uso de los dineros de la ciudad.
El presupuesto municipal debe ser un instrumento consensuado en lo que se jerarquicen adecuada, y racionalmente la atención de las ingentes necesidades que hunden a los habitantes del municipio en carencia de obras y proyectos.
Un alcalde socialista debe ser un auténtico gerente del bien común, cuya preocupación debe ser siempre el ser humano en sus distintas facetas, en procura del bienestar general de la comunidad, antes que el de sus amigos, familiares y contratistas.
Tiene que estar pendiente de la educación, la recreación, el deporte; y ni que se diga que se debe convertir en gestor de políticas públicas en su municipio, tiene que estar rodeado de consejeros de primer nivel.
Todo gobierno local debe atender dos aspectos fundamentales para garantizar la vida: la salud y la educación, sobre todo un control efectivo sobre los institutos regionales, y nacionales dispensadores de la salud.
Lo que se pretende con esto es lograr el voto consciente del ciudadano. Para que razonen bien sobre a quienes elegirán como alcaldes y concejales; por que así ayudarían construir ciudadanía; es decir donde el público lector no militante de cualquier bando, aprenda cómo escoger bien a los candidatos a quienes entregaran sus votos, toda vez que los candidatos a las alcaldías, deben ser líderes capaces de articular los intereses de todas las instituciones del estado venezolano en sus municipios.
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