Espacio crítico para la construcción socialista #200
Se termina otra campaña electoral, ahora para unas elecciones municipales muy particulares debido a lo siguiente: 1) Son las primeras donde se elegirá exclusivamente autoridades en el ámbito municipal, y 2) Son las primeras después de 14 años donde el Presidente Chávez no estuvo presente físicamente para levantarle la mano a nadie.
Recordemos que el Presidente Chávez antes de morir y según palabras del Vicepresidente del PSUV, el pasado 15 de enero, dejó instrucciones precisas para que los candidatos municipales fuesen escogidos por las bases, y esta instrucción murió con el Presidente, por lo que podemos deducir que estos son los primeros candidatos y la primera elección de Maduro y Diosdado.
Por otra parte, es interesante observar como esta elección municipal ha sido la más desinformada en cuanto a estudios de opinión pública. En tal sentido, ningún candidato, a diferencia de otras oportunidades, basó su campaña en el resultado de una encuesta, cosa que me hace suponer: 1) No valía la pena divulgar los resultados de ninguna encuestadora ya que los resultados son muy parejos, o 2) Las encuestadoras en esta oportunidad decidieron reservar sus resultados municipales ya que con base en el estrepitoso fracaso de la estrategia de medición del 14 de abril donde todas dieron márgenes de errores fatales, ahora esperan ver si tuvieron la capacidad de corregir el tipo de muestreo que pudo incidir en los resultados.
Sin embargo, los escenarios más probables en cuanto a la cantidad de Alcaldías que puedan quedar de un bando u otro de la "polarización" son muy claros: 1) La oposición tendrá amplia probabilidad de ampliar la cantidad de Alcaldías bajo su control pero esto jamás representará más de un tercio de las Alcaldías, lo que implica que los Alcaldes de Maduro-Diosdado serán el doble de la cantidad de la oposición.
Sin embargo, la gran duda estará en el resultado final de la población electoral con base en la polarización. Las medidas administrativas del Presidente Nicolás Maduro lograron repolarizar las elecciones que anticipaban un gran fracaso en cuanto a la masa electoral del proceso revolucionario. La desmoralización del chavismo se notaba en todas partes, y la desmovilización electoral era en niveles astronómicos, pero las acciones de gobierno en estas últimas semanas han permitido no sólo frenar la caída de popularidad de Maduro, sino, motivar la votación a favor de los candidatos del Gran Polo Patriótico, quedará por verse si es suficiente como para tener un margen superior al de la movilización opositora.
Estoy seguro que aunque esta elección no es ni un plesbicito, ni es la medición de la lealtad a Chavéz, por considerarlos argumentos muy débiles y que subestiman la inteligencia del electorado venezolano y su racionalidad ya que los dos factores decisores para motivar al voto este 8 de diciembre han sido la situación económica nacional y las propuestas y gestión según el caso de los candidatos municipales, esta elección servirá para calibrar la fuerza con que Nicolás Maduro entrará en una nueva etapa, donde ya el comandante Chávez no puede seguir siendo el Gran Elector, porque la gente demandará resultados concretos, la lealtad incondicional en la mayoría de la población venezolana no aplica, exigiendo igual proporción de lealtad de la que se tenga, con mayor democracia, mayor participación, mayor eficiencia y mayor coherencia con el discurso, eso quiere decir, que se cumpla con la construcción real del socialismo, sin tantas contradicciones y acciones erráticas.
No me queda más que decirles: Evaluaremos el 9 de diciembre, con resultados en mano, por ahora, ¡a votar!