La conmoción social vivida en Venezuela durante los días 27 y 28 de febrero de 1989, cuando el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, en su segundo mandato, decidió aplicar las medidas del Fondo Monetario Internacional, resulta un recuerdo doloroso. Entonces, una población mayoritariamente agobiada por falta de recursos, que había visto grandes festejos por el nuevo período del presidente Pérez, en medio de un endeudamiento público, que sirvió para cautelar la quiebra de los bancos privados y facilitar la fuga de divisas, vio como se le aumentaba el pasaje, por un aumento de la gasolina sin mínimo aumento de salarios y sin ningún programa o misión social, ni pensiones a favor de los sectores más vulnerables.
Había que cumplir con las medidas impuestas por la razón neoliberal de pagar la deuda externa aún a costa de la vida de la gente. Las cifras de entonces señalaban que la deuda externa pública venezolana ascendía a 30.000 millones de dólares USA. Mientras venezolanos en el exterior, en especial dueños de bancos privados, tenían en el exterior más de 80.000 millones de dólares USA. Muchos de ellos obtenidos mediante auxilios públicos fugados.
Una economía que no toma en cuenta el bien común. Como dimensión ética. Así, el teólogo brasileño Leonardo Boff analiza: "Las sociedades civilizadas se construyen sobre tres pilares fundamentales: la participación (ciudadanía), la cooperación societaria y el respeto a los derechos humanos. Juntas crean el bien común…Pero el bien común ha sido enviado al limbo de la preocupación política…El neoliberalismo es sordo, ciego y mudo a esta cuestión fundamental como lo viene repitiendo como un ritornello el Papa Francisco. Sería contradictorio suscitar el tema del bien común, pues el neoliberalismo defiende concepciones políticas y sociales directamente opuestas al bien común. Su propósito básico es: el mercado tiene que ganar y la sociedad debe perder, pues es el mercado quien va a regular y resolver todo. Siendo así, ¿por qué vamos a construir cosas en común? Se ha deslegitimado el bienestar social. (L. Boff. El Bien Común fue Enviado al Limbo. Koinonía. 28.02.2015).
Actualmente se pretende comparar el aumento del precio de la gasolina de febrero 2016, con las medidas origen del Caracazo 1989. Un hecho de fuerte impacto ético en los soldados que tenían en la conciencia la sentencia bolivariana: "maldito el soldado que dispara contra su propio pueblo", germen de la rebelión militar posterior que cristaliza en la Constitución Bolivariana 1999, con vigencia de los Derechos Humanos.
Con acciones como sabotajes al sistema eléctrico, se pretende generar otra conmoción. Pero el aumento del gobierno actual venezolano no es para pagar una deuda eterna. No afecta al transporte público vía diesel. Es para fortalecer al Fondo de Misiones Sociales, disminuyendo el subsidio y el derroche del recurso. Como señala el experto petrolero Fernando Travieso, "a través de un subsidio directo…para mantener la inversión social lo cual permite una estabilidad, a pesar de la caída abrupta del ingreso petrolero." (Ultimas Noticias. 22.02.2016).
Pese a debilidades y amenazas, la población venezolana intenta avanzar éticamente, superando errores, con conciencia cívico militar, hacia otro mundo más responsable posible.
Edit.747.CaracazoEconomiaIrresponsabilidad.27.02.2016v2
Programa: "LLEGÓ LA HORA" de FUNDALATIN Nº 747. Sábado 27/02/2016 transmitido por Radio Nacional de Venezuela Canal Informativo, los sábados de 8.00 a 8.45 AM. Registro Productor Nacional Independiente No.11610.