Si algún científico político de otro país viniera a Venezuela a estudiar el sistema político venezolano, sin duda que no dejaría de sorprenderse con algunos acontecimientos que ocurren. Al leer el texto de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), se conseguiría con algunos aspectos que seguramente le llamarían mucho la atención.
Uno de esos aspectos tiene que ver con la Sección Segunda del Capítulo Cuarto de la CRBV, que lleva por título “Del Referendo Popular”, la cual contiene los artículos 71, 72, 73 y 74. Los comienzos de estos cuatro artículos rezan lo siguiente: Artículo 71: “Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo; Artículo 72: “Todos los cargos y magistraturas son revocables”; Artículo 73: “Serán sometidos a referendo aquellos proyectos de ley en discusión por la Asamblea Nacional…”; Artículo 74: “Serán sometidas a referendo, para ser abrogadas total o parcialmente, las leyes…”.
Al profundizar en su estudio, el mencionado científico político comenzaría a darse cuenta de dos contradicciones importantes con respecto a la figura del Referendo Popular. La primera de ellas es que, los actores políticos venezolanos han centrado su atención en el Artículo 72, y lo han venido utilizando como un instrumento más de lucha por el poder, dejando de lado los otros tres artículos.
La segunda contradicción es que, como una muestra de subestimación de las capacidades de raciocinio y comprensión de la sociedad venezolana, los actores políticos no han apelado a los contenidos de los artículos 71, 73 y 74 de la CRBV. Todavía ninguna materia de especial trascendencia nacional ha sido sometida a referendo, ni mucho menos ninguna ley. Pareciera que lo importante es retener el poder o conquistar el poder. La sociedad está de adorno. El científico político tendría que plantearse, entonces, las primeras preguntas. ¿Tiene sentido que en el texto de la CRBV siga apareciendo una figura tan avanzada como es el Referendo Popular, en medio de una sociedad regida por una cultura política tan maniqueísta y pragmática? ¿Se debe suprimir el Referendo Popular por el bien de la sociedad venezolana?