Aún en mis oídos retumba el clarín de las dianas de aquel mes de agosto de 2004, el pueblo organizado a través de las UBE, organización revolucionaria electoral, dió el paso al frente para decirle NO a aquellos que pretendieron romper el proceso político venezolano más bello y hermoso que ha parido la patria. Muchos los desvelos que se tejieron sobre la conciencia de hombres, mujeres y niños que tenían un solo norte la ratificación del ciudadano presidente al frente del destino de la revolución bolivariana.
Los Consejos Comunales nunca sustituirán el impacto y organización de las UBE, estas últimas no tenían Ley, solo se prodigaron como siembra extensiva a la sazón del llamado al combate de Maisanta y Santa Ana, que recuerdos tan subliminales y llenos de amor por el futuro y el hacer de este proceso algo tangible que estuvo en el corazón de todos los que participamos en esta tarea tan ejemplar como unitaria. No hubo razones ni tiempo, ni legalidades que suprimieran la espontaneidad y el hacia adelante, la única regulación fue combatir a los enemigos de la revolución bajo parámetros de respeto e ideas. Las UBE estuvieron por encima de los partidos y quizás allí, su gran éxito y desarrollo, su gran impacto y pegada, sencillamente porque surgieron de la voluntad sin atisbos de la propia gente, no había jefe, solo coordinadores, una sola línea ganar el referéndum.
Porqué no son lo mismo, los Consejos Comunales y las UBE, en primer lugar por la concepción, los primeros no surgen como entidad electoral, es organización para la producción popular, por ende surgen aspectos de orden económico, las UBE no solapan a los Consejos Comunales, son organizaciones para el combate político electoral, por ende surgen aspectos de orden organizacional inclusive para la defensa de la revolución, por tal razón pueden ser vistas como competidoras del aparato partidista y si la decisión de su eliminación es esa, se está incurriendo en un tremendo error, cuyas consecuencias no las podemos conocer a las primeras de cambio.
Pero es que surgen otros aspectos intrínsecos al proceso, al no tener contenido partidario o partidista las UBE aglutinan a mucha más gente por razones obvias, y queremos decir esto, a muchos compatriotas no les está gustando el comportamiento de los partidos del cambio desde el punto de vista de su papel y posterior conducta ante los hechos que ocurren a diario, hay una ausencia casi total de los partidos en la construcción de la conciencia revolucionaria o dicho de otra manera no hay ideología revolucionaria ni en sus dictados ni en la actuación y mucho menos en lo ideológico, las UBE no se constituyeron para eso, no obstante su organización y profundización pudo haber sido el vínculo necesario para impulsar estos aspectos, tampoco se hizo nada al respecto, particularmente los partidos le impulsaron adrede o no la inercia de la desaparición.
Estoy seguro que el comandante presidente, debe meditar mucho sobre esto y algo estará visualizando para superar estas debilidades y ausencias de organización revolucionaria, no creo que volver a la tradición de los comandos de campaña sea suficiente para aglutinar a la gente, esto no quiere decir que se dejará de votar y la meta ha de ser cumplida, creemos firmemente en la voluntad de este pueblo en una nueva demostración de pundonor y lucha hacia la victoria, tan solo nos preocupa que esos comandos de campaña estén constituidos solo por miembros designados por los partidos políticos o en todo caso a dedo, la marcha de la revolución no se decreta se ejerce y hay que hacerlo con la participación y solidaridad que el momento político impone y exige, el enemigo no duerme y para nosotros la Diana nos debe mantener despiertos y con los ojos bien pelaos.
