El asunto del poder popular

El poder popular, en esencia, lo viene a ser cuando en la práctica ese poder comienza a actuar en la sociedad e inicia su camino de asumir las acciones necesarias que le van a conducir a enfrentar y resolver los problemas de la comunidad.

En pocas palabras, ese poder se expresa en los consejos comunales y su actuar ante los vecinos de cualquier localidad. Todo ello nos indica entonces que, los consejos comunales o las comunas o cualquier otra organización de corte popular, asuman la tarea siempre a la vista como lo son el suministro de agua, la electricidad y la maraña de cables, los servicios telefónicos, internet, las filtraciones de agua, las reparaciones de las calles, su limpieza, la acumulación de desperdicios en las alcantarillas, la rotura de las aceras, la optimización del transporte colectivo y las respectivas paradas, la clara señalización de todas las calles y avenidas de las ciudades, la basura o desperdicios sólidos, la importante implementación hoy día del reciclaje, el buen funcionamiento de los semáforos, el respeto por parte de la ciudadanía de a pie y en vehículos y un montón de cosas más como la educación de las hijas e hijos de cada localidad, el respeto adecuado por ellos y por las personas mayores, la orientación a la ciudadanía para el mantenimiento del ambiente y de sus viviendas, de los árboles y el cuidado de los animales y el sentido y puesta en práctica de la producción y distribución integral no solo de lo alimentario sino de una variedad de bienes.

Eso y mucho más es por donde debe colarse, instalarse y formar el poder popular, porque ese poder de hombres y mujeres organizados es el único, a fin de cuentas, que viene a convertirse en la base que le da fuerza a un movimiento revolucionario.

De lo que se trata es de organización y movilización en pro de la sociedad, de generar los cambios considerados indispensables para que un país salga adelante. Y ese esquema de organización y movilización es ajustable a todas las áreas de la vida de un país, porque si bien organizarse es prepararse, estar formado para actuar en todas las áreas posibles, la movilización a su vez implica el mayor número de variaciones indispensable para alcanzar y concretar los sueños y planes.

Ello a su vez indica dejar a un lado todas las conductas y formas de actuar que caracterizaron el pasado político venezolano, que pone a un lado del camino la representatividad para dar paso a la actividad participativa de las ciudadanas y ciudadanos. Es un estar en la calle para conocer los problemas que están en las calles y enfrentarlos. Los problemas, es muy difícil, que puedan ser enfrentados desde una habitación u oficina cualquiera.

Hablamos de un nuevo modelo de actuar, de trabajar con y por las ciudadanas y ciudadanos, por el bienestar de la familia, por la producción y la distribución integral de los beneficios para el país y la sociedad.



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Pedro Estacio


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