La Plataforma Popular Constituyente frente al momento actual: no somos un partido político ni aspiramos serlo, como pueblo estamos hartos de las representaciones e intermediaciones políticas. Este pueblo merece el ejercicio directo del poder.
Surgimos como Plataforma Popular Constituyente para disputar la constituyente como desencadenante histórico de una nueva etapa en la revolución y a eso no hemos renunciado.
Venezuela en este momento es blanco de un ataque imperial definitivo que está destruyendo nuestras posibilidades de resolver el día a día como pueblo, su objetivo estratégico es vulnerar la conciencia de millones que hemos peleado este periodo con votos y con calle. Se trata de romper nuestros niveles de unidad contra el imperialismo y por la defensa de las conquistas de la Revolución Bolivariana.
En ese contexto recalcamos uno de nuestros principios fundantes: ningún objetivo táctico se justifica si resta en lugar de sumar, la revolución tiene como marca la hegemonía de las mayorías así que las decisiones deben favorecer sumar. Las decisiones a dedo que rompen la unidad del chavismo y nos ponen a pelear no tienen sentido y en este momento hay que privilegiar la máxima participación de todos los sectores que nos componen, sobre todo aquellas propuestas que surgen de las bases territoriales. Es insensato agudizar falsas contradicciones, como cuando algún sector interno del chavismo frena candidaturas comunales como la surgida de la Comuna el Maizal -en Simón Planas, estado Lara- que son expresiones del acumulado estratégico de Poder Popular o cuando se frena por la fuerza alguna otra iniciativa propia.
Donde surgiere enemigo real de la derecha nos corresponderá unificar esfuerzos para no ceder gobiernos municipales al enemigo, ese es un principio bien asumido por este pueblo en los últimos años. Así hemos electo gobernantes que recientemente desechamos porque la historia demostró que eran malas elecciones, sobre todo esto llamamos a la reflexión.
Pero quizás una de las cosas más preocupantes es la ausencia del debate sobre la política y el programa de las alcaldías que estamos disputando, ese es uno de los avances políticos de la Revolución Bolivariana en estos años. Frente al cual la amenaza imperial, lejos de ser excusa, es la principal razón para radicalizar la democracia directa y el debate sobre los programas de gobierno que nos permitirán la guerra de todo el pueblo contra el imperialismo y la burguesía.
Es el momento de estrechar la relación entre las direcciones políticas y el pueblo venezolano que es quien ha peleado las batallas definitivas: las del duro día a día, las guarimbas de este año y las recientes batallas electorales (30J y 15O). A este pueblo se le debe democracia revolucionaria, métodos de participación y consulta permanente, así como ejercicios directos de poder como formas de gestión política de la crisis. Nada dista más de eso que la ausencia del debate interno, el chantaje entre partidos y la descalificación frente a las diferencias.
Nuestra posición es que toda aquella persona que se inscriba debe participar, debemos salir a votar para ganar y debemos ganar para avanzar en la construcción de una nueva lógica de ejercicio de poder, nos organizamos y luchamos para que las alcaldías bolivarianas gobiernen obedeciendo desde la construcción del poder y estado comunal, la transferencia de competencias al poder comunal; la construcción de una economía productiva bajo control del pueblo organizado, desde lo local, la transparencia en la gestión pública y la autogestión. No porque sea correcto sino porque es necesario, es indispensable, es el único programa de guerra que nos va a permitir superar la dura crisis que estamos padeciendo.
En este momento el que se monte en una lógica asistencialista y clientelar esta desubicado, el que divida al pueblo con decisiones coercitivas está equivocado y el que no vea que la pelea es con el imperialismo y la burguesía está meando fuera del perol.
Estamos en un momento donde el manejo de las contradicciones en el seno del pueblo debe ser materia de especial cuidado principalmente porque nunca podemos perder de vista que es el pueblo quien garantiza la revolución y sus enemigos históricos son el imperialismo y la burguesía nacional y trasnacional, junto a ellos los traidores, los corruptos y burócratas.
Estamos con Maduro que ha sido guía unificante en este periodo de crisis general de la revolución, creemos en su liderazgo y sobre todo en su capacidad de escuchar el pueblo para reorientar: este es momento de empujar una guerra de unidad popular, todo el pueblo contra la burguesía y el imperialismo.
Plataforma Popular Constituyente: Chavismo Bravío
Noviembre 2017
