Cuando se nos ocurre pensar en el crecimiento necesario de la sociedad, obligatoriamente debemos pensar en los Consejos Comunales, porque son éstos el verdadero núcleo de las transformaciones y esto, hasta ahora, parece no haber sido entendido por los integrantes, los líderes de esa importante y determinante base de las sociedades.
Y escribo sobre la importancia de los consejos comunales, porque son éstos los que nacen de las pequeñas sociedades vecinales, urbanas, campesinas, montañeras y costeñas.
¿Quién debe saber más de lo que piensa, cómo vive y le ocurre a diario a un hombre en la costa de Barlovento, estado Miranda?
Quiénes deben saberlo son los líderes, los dirigentes de las comunidades costeras, quienes deben trasmitírselo a sus alcaldes y estos a su gobernador. Más sencillo que un juego de metras.
Y esto no es lo que estamos viendo en la actualidad, porque todas las calles, callejones y escaleras de los barrios, urbanizaciones de todas las parroquias venezolanas deberían ser un hervidero de actividades y no lo son.
Los líderes de los Consejos Comunales deberían ser los verdaderos diagnosticadores de lo que ocurre en las localidades en las que viven. Ellos deberían saber qué es lo que hacen sus habitantes, sus mujeres, hombres, adolescentes, niñas y niños, en qué se desempeñan, cuáles son sus conductas de vida, si todas las familias son asistidas desde el punto de vista médico, salud integral y hospitalario.
¿Qué ocurre con el transporte de los ciudadanos, las paradas, con el agua y el suministro de energía eléctrica, la reparación de las calles, aceras, alcantarillas, filtraciones, la contaminación del ambiente con sonidos indeseables a horas en las que la gente descansa, la basura diaria, y, como es una realidad lógica, el acompañamiento de los efectivos que deben velar por la seguridad de los vecinos.
¿Pero en realidad eso sucede?
Pues no, las calles no hierven de actividades con la presencia y movimiento auspicioso de los consejos comunales; las calles están activas porque la dirigencia mayor de la revolución bolivariana y su líder principal que es el Presidente de la República motoriza toda la acción social necesaria a los habitantes de país, cumpliendo un legado del Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez. No hablamos de duplicar esfuerzos, sino de que sean las propias comunidades acompañadas de sus consejos comunales, las que generen las necesarias propuestas de las comunidades.
Y es tan cierto lo que digo que, es de los propios liderazgos de la Revolución Bolivariana y de la primera magistratura nacional de donde vienen naciendo tan importantes propuestas como el carnet de la patria, el parto humanizado.
Lo que sigue estando planteado es el necesario dinamismo que debe surgir de los propios Consejos Comunales, que recorran todas las calles y avenidas donde actúen como los ciudadanos esperan que funcionen, que sean el verdadero complemento revolucionario que todo el mundo espera en este tiempo en que el país padece una guerra inmoral.