Debemos apostar en positivo a los Consejos Comunales

Me decía alguien en días pasados que el poner dinero en manos de algunos, era un ejercicio peligroso, debido entre otras razones a ese vivismo criollo, aprovechador de las oportunidades; si aceptamos como cierta tal afirmación sería muy cuesta arriba emprender cualquier política dirigida a darle poder al pueblo y estaríamos en presencia de un pesimismo estrangulador de las verdaderas causas populares. El pueblo es sabio sencillamente porque recoge las vivencias y ejemplos del diario ir y venir, de tal manera que si aquello es cierto en su totalidad, tendríamos que poner un policía detrás de cada emprendedor y nos pasaríamos años tras años tratando de identificar a la gente con una causa ética y moral inacabable.

En lo particular considero que son los menos los que califican en esos menesteres, no obstante aceptar que son los que hacen más bulla en el momento de las reuniones y es allí que el pueblo honesto de ser posible identificarlos y marginarlos. Esto no es nada fácil, pero se puede hacer, ejemplos hay en todas partes, quienes actualmente practican la contraloría social o quienes pertenecen al Frente Francisco de Miranda son buenos ejemplos de desprendimiento, dedicación y honestidad, que con sacrificios y sin ingreso alguno ofrecen hasta su vida para adelantar las tareas encomendadas.

Los Consejos Comunales se erigen en la oportunidad histórica real y tangible para la realización de muchos sueños, en sus manos estará el destino y consolidación de la revolución bolivariana hecha realidad y permanente en el tiempo, no es casualidad que la discusión de un formato legal más aproximado al cumplimiento de sus tareas, esté incluido como parte del paquete en los poderes que ha otorgado la Asamblea Nacional al Ejecutivo Nacional. Me atrevería a afirmar que los Consejos Comunales deben ser la base institucional fuera de la estructura del Estado, aunque partícipes en él, que conllevarían a practicar el ejercicio del poder hecho pueblo, tienen y tendrán una gran responsabilidad, porque no se trata de la institucionalidad política partidista, y mucho menos la conformación organizativa que alcance estadios de apropiación social. Lo entenderíamos entonces, como la base social de la nueva sociedad venezolana en función del ejercicio y administración del poder que se les otorga, los consejos comunales deben gozar de la más democrática amplitud, nunca vista, no es una organización para agrupar chavistas y no chavistas, ni su cometido es político, entendemos que es una organización para la vida y el trabajo, para el desarrollo colectivo alejado de toda conducta individual y egoísta.

El Poder Comunal, es en esencia la unidad receptora y a la vez ejecutora de las políticas sociales hechas pueblo; por supuesto que, la elevación del nivel de conciencia ciudadana, debe alcanzar linderos de optimización y ejemplo de organización horizontal y derivar de ello la Política de Estado en muchas materias; desde el control de las realizaciones públicas como por ejemplo una obra de infraestructura o la distribución de productos a los Mercal y toda la red de alimentos, hasta la actuación o no de un funcionario. Indudablemente que esto no será por azar, entiendo que en búsqueda de la efectividad en la gestión el Consejo Comunal o representantes de el, deben estar informados de los proyectos presentados por cada organismo cuando se le aprueba el presupuesto correspondiente, es la forma de hacer el seguimiento de ley y la vigilancia pertinente en el uso de los recursos.

En reciente artículo del sociólogo francés Alaine Touraine “Al Rescate de la Sociedad”, se hace mención que luego de terminada la Segunda Guerra Mundial el sistema económico estuvo dominado por el Estado (30 años), luego se impuso el neoliberalismo. Hoy es el Recapitalismo (eliminación de los controles, las leyes sociales, el papel de los gobiernos y la capacidad de movilización social.) Es la globalización económica. Se rompió la cultura de masas y provino la ruptura de la sociedad y se impusieron dos grandes temas de debate: las guerras y la religión. De tal manera que la orden del día es recuperar lo social: la recuperación del individuo dentro de un grupo con identidad común, es decir, una comunidad. La persona ha de volver a ser la medida de las cosas.

Aunque no lo señala, recoge la situación que se vive en la Europa actual con énfasis en el individualismo exacerbado, el egoísmo manifiesto y muchas veces la exclusión por razones de xenofobia, situación económica, entre muchas características de la sociedad actual, aunque se hace fácil extrapolar tal situación y condición en la sociedad latinoamericana y en el país del imperio más abominable que haya existido. Eso nos explica de cierta manera la oposición sistemática y no casual del gobierno de EEUU y sus lacayos en el país a todo evento que apunte al rescate de lo social.

Es Venezuela precisamente quien ha levantado las banderas del rescate del ser social, haciéndolo ley y de cumplimiento en la Carta Magna, la más avanzada del mundo contemporáneo, y es allí, donde la creación de los Consejos Comunales se erige como la herramienta de lucha por el rescate del ser humano como activador de lo social y emprendedor de las causas populares.

Quiero dejar constancia que, no conozco en detalle la conformación estructural de la Ley respectiva, no obstante la lógica me induce a pensar que por allí vienen los tiros; es decir, el poder para el pueblo debe traducirse en un arma efectiva contra la burocracia y la corrupción y que un Informe Comunal debe ser lo suficientemente sustanciado para destituir a un funcionario no importa el rango.

De igual manera, no solo se debe tratar de la materia punitiva como producto de una actuación de vigilancia y seguimiento, el apoyo debe venir de las respectivas Unidades de evaluación, seguimiento y control que por Ley debe tener estructurado cada ente u organismo y donde existen atrasos evidentes, ese apoyo es fundamental y debe estar conformada la estructura administrativa con miembros del poder comunal. La experiencia en la administración pública me lleva a la conclusión que es una forma de efectuar el trabajo con eficacia y elementos legales cónsonos con la marcha de la administración pública en general.

Por otra parte, se debe destacar la necesidad de conformación de unidades de educación impartiendo conocimiento sobre el uso de la ética, institucionalizando el aprendizaje para una mejor actuación y conocimiento de lo que se adelanta para que no vaya a pasar lo que ocurrió con la Contraloría Social que nadie dijo como hacerla de manera orgánica y ordenada, en este caso sí se va a contar con el respaldo de una ley que fije las reglas de juego y permita el desarrollo de las tareas encomendadas, debemos apostar positivamente a los Consejos Comunales y otorgarle toda la confianza posible y el debido apoyo de los demás poderes, desde el Ejecutivo hasta el Poder Moral y por supuesto integrar la acción con el poder constituido contralor y judicial y sobremanera al pueblo hecho poder comunal quien es en definitiva el que va a tener la potestad primaria del control social y económico.


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Rafael Febles F.

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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