Debemos construir una nueva realidad, esto no quiere decir que la realidad, tal como la estamos interpretando actualmente, no se aproxime a la verdad, sólo significa que existen nuevas verdades que ésta forma de interpretar la realidad no asimila o no tiene los mecanismos para su interpretación. La realidad de una construcción colectiva del socialismo a la venezolana no puede ser interpretado con los códigos ideológicos ni lingüísticos de un Estado hecho para hacer desaparecer cualquier presencia de idea colectivista en nuestra sociedad.
Esto incide directamente en los mecanismos de planificación de un Estado en reconstrucción. Planificar, tradicionalmente implica prever acciones con base en metas preclaras, cónsonas con una política, y generalmente la planificación está hecha por una suerte de clarividentes pcon el poder de saber lo que es bueno para todos. Sin embargo, en un proceso revolucionario la planificación es una construcción y reconstrucción constante orientada por una ideología que también está en construcción. ¿Cómo acertar en el método más oportuno para dilucidar una planificación asertiva en el marco de una revolución que implica cambios constantes?, a esta pregunta le emergen varias respuestas posibles, pero seguro tiene un elemento común, la participación activa de los ciudadanos y ciudadanas en los procesos planificadores.
En un proceso de planificación revolucionaria los clarividentes no tienen espacio, en todo caso, tienen espacio aquellos preclaros en la necesidad de la interacción constructiva de priorización de necesidades para un proceso de toma de decisión transparente y colectivizada. Esto no descarta, y por el contrario incorpora con mayor énfasis la necesidad del dato actualizado y eficiente para el proceso de toma de decisiones.
El secuestro de la información por parte del decisor, impide cualquier ejercicio de planificación revolucionario colectivizado, y la información es imprescindible para las estructuras decisorias básicas, que en nuestro caso son los consejos comunales y las estructuras del poder comunal y popular que lo conforman, sin dejar de lado su conexión con los elementos decisores del Estado formal que muchas veces secuestras la información básica, para que las unidades primarias decisorias planifiquen acciones pertinentes con el Plan de Desarrollo Nacional.
El desarrollo como consecuencia de la constitución real de unidades económicas que reactiven el aparato productivo pasa por la difusión masiva de información a las estructuras básicas decisorias, o en pocas palabras, hasta que los consejos comunales no manejen los datos macroeconómicos y por ende políticos de nuestro país en relación al proyecto político bolivariano, distaremos de cualquier posibilidad de lograr el cumplimiento de nuestro sueño, superar la monoproducción y generar excedentes productivos diversificados que nos hagan menos dependientes.
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