Hace un año casi exacto, el amigo Eloy Yagüe publicó en el diario Ultimas Noticias un excelente artículo intitulado Hay fuego en el 23, donde refiere algunas paginas de la historia de la Urbanización 23 de enero de Caracas. Las lineas de Eloy son, a no dudarlo, una contribución esencial a la Historia de ese combativo núcleo social, cuyo nombre es un homenaje a la gesta popular que desalojó a Marcos Pérez Jimenez del poder en 1958.
Quien esto escribe es un caraqueño que pasó los 50 años, nacido y criado en ese sector que hoy es el 23 de enero. Alli creci y me mantuve hasta los 18 años más o menos. Cuando me retiré por razones personales con aditamentos politicos. Luego lo harían mis hermanos. Viviamos en el Bloque 7 de Monte Piedad, alguna gente de entonces aún me recuerda, pregunta por los Hermanos Figueroa y te darán señas.
Eloy Yagüe, divide su artículo en varios tiempos para ilustrar una especie de linea cronología de la vida de la hoy parroquia. Al trabajo de Eloy, sin embargo y en mi humilde opinion, le falta un "tiempo", un Tercer Tiempo que correspondería al lapso temporal entre 1970 y finales de los años 80. Precisamente es la etapa de la que fui testigo y partícipe y de la que voy a escribir algo.
Se trata de los tiempos de los primeros gobiernos de Caldera y de Pérez, tremendamente represivos en la zona. Al menos es la vívida imagen que me queda de aquellos años. En el lapso inmediatamente anterior, el de la década violenta, "el 23" , como se le conoce en Caracas, fue un bastión de lucha y resistencia de primer orden. Derrotada la guerrilla, las organizaciones que persistieron con la bandera de la lucha armada PRV/FALN, Bandera Roja y Organización de Revolucionarios y sus estructuras legales, Ruptura, Comites de Luchas Populares (CLP) y Liga Socialista respectivamente, lograron mantener por algunos años presencia significativa en la zona, sobre todo a partir de 1972-73 y hasta digamos 1975 cuando mucho. Luego la historia es otra. En ese lapso, la actividad de lucha y oposición a los gobiernos de turno de la generación de estudiantes del Manuel Palacio Fajardo ocupa, de manera obligada, una pagina significativa en la historia de las luchas en el 23 de enero, al menos desde el animo de la ponderación y la verdad que alimenta a la Historia y no desde el aliento panfletario muy de moda hoy día.
Muchos son los nombres de la gente que ayudaría a reconstruir esa historia tan esencial. Recuerdo el de Rodolfo Simoza lider estudiantil de aquellos dias, músico además quien creo que formó parte de aquel colectivo de camaradas llamado Grupo Cultural Propatria. Creo que fue Rodolfo quien compuso un himno del Liceo Manuel Palacio Fajardo que era un canto de lucha "… los ricos nos tienen odio, los ricos nos tienen miedo, se llama Manuel Palacios, se llama Manuel Palacios, ¡Fajardo!..."
Una sencilla revisión de las fuentes de la prensa de aquellos años, nos señala sin dudas de ningún tipo, el nivel de empuje que tenía el movimiento estudiantil. Las marchas estudiantiles de entonces, movieron con preocupación a las altas esferas de gobierno y por supuesto a su aparato de represión. Todas las principales ciudades del país, eran virtualmente paralizadas por varias horas, semanas enteras producto de las movilizaciones de los muchachos de liceo. Las Universidades por supuesto, eran foco de mayor peligro y por ello el hoy nonagenario Rafael Caldera mandó allanar y cerrar la U.C.V por más de un año, y en democracia.
La actividad de permenente agitación y de lucha estudiantil que no lograba otro cauce que el de la violencia de calle, obligó al gobierno de Caldera a tomar la medida de eliminar el 4to y 5to año del "Fajardo", como le deciamos a nuestro liceo. De aquella generación, en el año 72 creo, fueron enviados al Luis Ezpelozin , en Gato Negro, Catia, de alli se graduaron.Los que veniamos detrás, es decir la generación que les seguía en el tiempo, fuimos enviados posteriormente en 1973 a la Escuela Tecnica José de San Martín o Ciclo Diversificado José de San Martín. Esos fueron los últimos días del uniforme de kaki y de jumper que tanto nos enorgullecia.
No sé, pero pienso que hasta en eso de los nombres de las instituciones y del cambio de uniforme, los copeyanos fueron inteligentes. Liceo era sinónimo de lucha, de combate, el uniforme de kaki y jumper con blusa de color para las compañeras según fuera el liceo, era enseña de rebeldía. Siento que ya el apelativo de Ciclo Diversificado y aquellos tristes uniformes de blue jeans y camisa azul claro, fueron elemento coadyuvante para la disminución de la combatividad estudiantil. Pero eso no duró mucho tiempo. Quienes venían detrás de nosotros no marchaban precisamente con flores contra el sistema.
Inmediatamente después, quizá entre 1975 y 1979-80, la actividad política en la zona estuvo marcada por la actuación de quienes fuimos militantes de alguna de aquellas organizaciones. Fueron los días de las jornadas de pintas y agitación por la libertad de los presos políticos, de toma de autobuses para arengar a los pasajeros sobre las problematicas de represión, de jornadas de "agite" para la venta de la prensa legal revolucionaria, fuera los periodicos, Ruptura, Que hacer o Basirruque. Aquel tiempo tambien fue testigo de algunas pequeñas operaciones militares para cobrarle a algunos sapos su actitud de colaboración y delación para con la policia. En el caso de Bandera Roja, la mayoria de sus militantes en el 23, optaron por engrosar las filas de Bandera Roja - Marxista Leninista (BR/ML) producto de la division de 1976 que encabezó Carlos Betancourt y Pablo Hernández Parra desde el Frente Guerrillero "Antonio José de Sucre".
Desde entonces y quiza hasta fines de los 80 con el segundo gobierno de Pérez, y esta es una percepción desde fuera, nutrida de las informaciones y vinculos con amigos y camaradas en la zona, siento que el cuadro de presencia de aquellas organizaciones se fue diluyendo. Los cuadros y militantes de PRV/ FALN en la zona, una vez pacificadas esas organizaciones, se fueron dispersando y alimentando las divisiones y fraccionamientos posteriores que dieron vida a Tendencia Revolucionaria, Tercer Camino y algunos otros nucleos más, cuyos nombres no me llegan ahora a la memoria. Lo mismo sucede con la estructura de OR y de Liga Socialista que siempre fue pequeña en el 23. Al final, los nombres de los camaradas que quedaron activando formaban una limitada lista que eran objeto permenente de allanamientos y detenciones cada vez que los cauchos se encendían y las bombas y tiros contra y desde la policia perturbaban la calma en el 23.
Con el tiempo y desde fines de los años 70, el imperio del narcotrafico y demás taras del capitalismo fue tomando cuerpo en la sociedad del 23 de enero. Tiempo triste y doloroso que costo violencia y muertes y que según he sabido ha mernado sensiblemente. En ese lapso temporal, aparece el núcleo de Tupamaros y otros quienes a muchos camaradas que se consideraban independientes, unieron esfuerzos para enfrentar al hampa y al narcotrafico protagonizando tomas armadas de advertencia y propaganda.
Lejos, desde tierras de Lara, a veces me asalta un dejo de nostalgia por aquellos momentos de la primera juventud. Hoy, la información difusa que tengo, señala que son varios los núcleos de revolucionarios en la zona. No sé a ciencia cierta como transcurren los días en el 23, sólo tengo referencias generales. Sin embargo, puedo contar como sueño que fuera, sólo que eso sería para rato. Mientras, una cosa me gustaría, coño, de verdad que me gustaría mucho, y es poder escuchar a la gente de las emisoras de radio comunitarias en la zona como Libre al Son, decir, en cada anuncio para identificar : "Aquí Radio Libre al Son, transmitiendo desde el 23 de Enero, Caracas, Venezuela – y que se afincara el locutor para finalizar con un sabroso:- Territorio Libre en América" , para seguir soñando que la Revolución Cubana tiene su continuidad en la Revolución de toda la América Latina. -
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