Y AL RESTO DE PDVSA
Estimado Camarada Rafael Ramírez
Presidente de PDVSA
Reciba un saludo revolucionario.
Soy jubilado de la Nueva PDVSA, agradecido de haber pasado allí mi vida profesional, agradecido de la labor que nuestra empresa petrolera está jugando en la construcción del socialismo, del aporte fundamental que está dando a la redistribución del ingreso petrolero.
Entré en la industria en 1983 (Corpoven) en el área de Telecomunicaciones. A partir del año 2000, cuando se inició la actividad de redacción de las leyes habilitantes, junto a otros camaradas de PDVSA, emprendimos la organización de lo que luego resultó ser Asopetroleros, que aportó su grano de arena en el apoyo a la nueva Junta Directiva nombrada por el Presidente Chávez en 2002, el combate al golpe de Estado y al paro y sabotaje petrolero.
Siempre decía a mis compañeros que, aún cuando construíamos la Nueva PDVSA, veía yo salir de las paredes de los edificios de la empresa, manos del pasado que intentaban atraparnos, pues era tal la inercia de tantos años de meritocracia, de aislamiento del país, que dificultaba empujar en la dirección deseada; tercamente la institución pretendía continuar su rumbo acostumbrado. Requería mucho esfuerzo de los revolucionarios que quedamos en PDVSA, junto a la nueva sangre que entró a apoyarnos, mantener la dirección deseada. Además, el proceso revolucionario no había avanzado el paso socialista que dimos a partir de diciembre de 2006.
Algunos compatriotas, ansiosos, manifestaban su descontento. Querían ver a PDVSA más allá. Se quejaban de casos de corrupción, de verticalismo, etc. Yo les decía, es verdad, hay defectos, pero ¡qué gran diferencia a la PDVSA de hoy respecto a la de hace sólo unos meses! Los procesos históricos son lentos, aún en tiempos revolucionarios; las estructuras que debemos destruir aún nos dominan, y llevamos en la sangre y la cultura el virus de la ideología moribunda.
Pero me convencí que PDVSA ya era otra, cuando Socorro Hernández me enseñó un papel de trabajo acerca de las Empresas de Producción Social, en el que se planteaba el rol de PDVSA en la promoción de las Empresas de Producción Social para apoyar el socialismo. ¡Qué orgulloso me sentí! ¿Cuándo en mi vida pude haber yo imaginado que PDVSA, en la que sólo nombrar al Libertador Simón Bolívar o un pensamiento de carácter social, era mal visto, tomaría el socialismo como meta? Le escribí a Socorro felicitándola.
Ahora, cuando el capitalismo mundial entra en crisis, los socialistas tenemos que dar un paso más en la vanguardia mundial. Nos acota el Presidente Chávez que “mientras más perfecta es la crisis que padece el capitalismo, más segura y despejada será la vía al socialismo venezolano hacia la independencia y grandeza patria.” Las medidas y decisiones que el Ejecutivo Nacional ha tomado, que se proponen avanzar más hacia el socialismo, manteniendo y ampliando las conquistas sociales, pero exigiendo más disciplina en los gastos, reducción de gastos suntuarios y ajuste en los niveles superiores de nómina, deben ser pulcramente ejecutadas.
Como socialista siento que debo ser consecuente entre mis declaraciones y mis acciones. Es cuestión de ética. En ese sentido, me dirijo respetuosamente a usted, camarada, para hacer la siguiente consideración y propuesta:
Los empleados y jubilados de PDVSA disfrutamos de un sistema de salud y de seguridad social basado en el tradicional concepto del seguro médico, que cubre los gastos de exámenes médicos preventivos, consultas médicas, hospitalización, cirugía y maternidad, ante el sistema privado de salud. En muchos casos de la administración pública esto se hace a través de aseguradoras (públicas, como el caso de Seguros Horizonte, pero en muchos casos de otras aseguradoras privadas). En el caso de PDVSA tengo entendido que se hace a través de administración propia, lo cual constituye un aspecto positivo.
Pero me pregunto, como socialista, ¿Qué papel juega para nosotros el sistema nacional de salud que estamos construyendo? El Presidente Chávez nos ha conducido con gran esfuerzo a la construcción de una red de salud que llegue a todos, a través de la Misión Barrio Adentro. Una vez logrado el alcance nacional con Barrio Adentro I, se ha estado trabajado con mucho esfuerzo en la fase II, estableciendo los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y las Salas de Rehabilitación Integral (SRI) en todo el país. También se han construido y están en funcionamiento Centros de Alta Tecnología, hospitales especializados, como el Cardiológico Infantil y el de Adultos, y se hace un gran esfuerzo para mejorar la asistencia en los hospitales.
¿Creemos en este sistema de salud? Con honestidad, la práctica nos demuestra que no. Me acuso de primero. Recurrimos al sistema privado. Nuestro sistema de salud en PDVSA está construido para ello. Entonces, ¿para quienes queda Barrio Adentro? ¿Para los más humildes y no privilegiados? Si, somos privilegiados de la revolución, pero seguimos diciendo que el petróleo es de todos. No estamos siendo honestos con el resto de nuestro Pueblo.
Como socialistas, debemos dar un salto. Si el sistema de salud que hemos diseñado es bueno para el Pueblo venezolano, pues lo es también para nosotros, empleados y jubilados de PDVSA, que somos también parte del Pueblo.
Esto lo digo para PDVSA, pero es válido para toda la administración pública. Es una contradicción que un funcionario público, que debe promover un sistema de salud público, utilice el privado. Porque entonces nos mereceremos las fulminantes palabras de Jesús a los fariseos y ‘maestros’: “Hipócritas… imponen a los hombres cargas insoportables que no están dispuestos a cumplir”.
Si pregonamos que el sistema de salud que estamos diseñando y construyendo es bueno para el Pueblo, usémoslo entonces. Y si tiene fallas, pues sólo si nos incorporamos a él podremos corregirlas. ¿O es que acaso se podrán corregir sus fallas cuando los funcionarios que dirigen el proceso recurren a un sistema de salud diferente, privilegiado?
Como miembro de la Familia PDVSA le pido, señor Presidente, que inicie las acciones para que empleados y jubilados podamos ver de frente al resto del Pueblo, inicie la transformación de nuestro sistema de salud en PDVSA para que se alinee con el sistema de salud de nuestro gobierno revolucionario. Creo que este paso es fundamental para el avance en nuestra conciencia revolucionaria.
Así mismo, a mis compañeros de PDVSA, socialistas, les llamo a unirse a este pedido justo y necesario. Yo estoy dispuesto a renunciar al privilegio de tener un sistema de salud diferente al del resto del Pueblo. ¿Lo estás tú?
Atentamente,
(*) Ex Gerente Corporativo de Telecomunicaciones
leopoldocook@gmail.com