Cuando a los verdaderos artistas del pueblo los usan de relleno, y luego les sacan el cuerpo

Apreciadas lectoras:
Apreciados lectores:

Como venezolano, hijo de campesinos, estudiante universitario, luchador social, padre, camarada, amigo y trabajador; quiero exponer por esta vía, las ironías que sufre un artista de pueblo, un artista de barrio... o un humilde artista, que a través de su talento, busca la manera de abrirse y sentirse al corazón de nuestro pueblo. Si acaso existen organismos del Estado, que les tiendan la mano, admiran su fuerza artística, te apoyan para que crezcas más con ese talento... y de pronto, utilizan a ese artista (bien sea pintor, poeta, cantor, bailarín, dramaturgo, cuentacuento, artesano, escultor...) para que sirva de relleno en cualquier espectáculo, y con una lluvia de aplausos, se despiden de tí CHAO PESCAO, hasta en otra oportunidad te tomaré en cuenta.

Quienes conocen al poeta Vidal Márquez (muy conocido como "El Poeta del Pueblo"), y quien se hizo famoso, cuando el lío de la Exxon Mobil, cuando con su poderosa voz, a través de la poesía, defendía la dignidad del petróleo, al ser el principal recurso al soberano pueblo.

Es un hombre tan humilde, sencillo, sensible, solidario... con la causa de nuestro pueblo, y más cuando su voz es un compromiso de solidaridad con los pueblos del mundo, quiero expresar algo que como venezolano y revolucionario, me dió una gran indignación, de cómo en pleno socialismo del siglo XXI, se burlan de valiosos talentos venezolanos.

El miércoles 11, El Parlamento Latinoamericano, fue el escenario de conmemorar el 33° Anivesario de la Proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (conocida como RASD, en sus siglas), y como público presente, me interesó conocer más de cerca, la dura realidad del pueblo saharaui (al igual que el pueblo palestino, sufre su propio genocidio, por parte del gobierno represor de Marruecos, y lo humanidad desconoce, porque es un genocidio silencioso).

En dicho acto, estuvo presente la Junta Directiva del Parlatino, y como invitados de honor, el Embajador de la República Árabe Saharaui Democrática, el cineasta Carlos Azpúrua (quien presentó en el Parlatino, el pre-estreno de un documental de su autoría, sobre el pueblo saharaui), algunos embajadores y cónsules invitados, como también, una representación de poetas (creo de la Sociedad de Poetas "Andrés Eloy Blanco"), conformada por Rey De Linares, Siboney Del Rey, Carlos Zerpa, Vidal Márquez y los cantores Bolivia Guevara y Jesús Mijares.

El Embajador señalado, como al cineasta reconocido, se les condecora con un botón de oro del Parlamento Latinoamericano, por su eximia labor humana del pueblo saharaui, y ser dignos representantes del pueblo venezolano. En cambio, a los artistas presentes (que ya señalé), quienes demostraron con su talento poético y musical, la solidaridad por el pueblo sahararui, ofrecieron lo mejor al público presente, recibiendo a cambio, una lluvia de aplausos (y de vaina). La ironía más grande que se pudo ver, fue que estos artistas, por no ser extranjeros, por no ser los papa upas ni las mama upas de la cultura revolucionaria "mejor pagada" (se dan a conocer por el corazón del pueblo, y son incapaces de cobrar por sus presentaciones, porque para ser verdaderos artistas, hay que hacer un verdadero trabajador o trabajadora social del canto, de la poesía, del talento... y llevarlo a quienes no tienen la ocasión de disfrutar un escenario en vivo. Me refiero llevar esos talentos a los barrios, a las escuelas, a las plazas públicas, a la calle, al caserío campesino, indígena o afrodescendiente...)

El Presidente del Parlatino (Victor Chirinos), llama a varios diputados de su organismo a cargo, para condecorar a los artistas presentes, con REVISTAS DEL PARLATINO, y no con una merecida condecoración, como lo hicieron con el Sr. Embajador Saharaui y el Cineasta Carlos Azpúrua. ¡Esa es la gran verguenza que me da como venezolano, que a verdaderos artistas como ellas y ellos (y sabrá Dios cuántos otros habrán así), que ni la revolución les de una mano! Quienes ostentan el poder cultural del gobierno, prefieren traer talentos de afuera, para que nos enseñen poesía, ser cantantes, ser escultores, ser cirqueros, ser dramaturgos.... y les pagan su bola de billetes. ¿A manos de quién está la Misión Cultura?

¿Acaso el poeta Vidal Márquez, la poeta Siboney, el poeta Rey, el poeta Carlos, o la cantora Bolivia Guevara, tendrán que ser cubanos, estadounidenses, argentinos, árabes, australianos, europeos... y solidarios con la revolución bolivariana, para los los pongan en la gloria nacional? ¿Si vienen del caserío apartado de Mucuchíes, si vienen de la comunidad indígena Yukpa o Warao, si vienen de la comunidad afrodescendiente de la Sierra Falconiana, o de un barrio de El Guarataro, La Bombilla o El Nazareno de Petare, o de Gramovén... será que también estos organismos del Estado, harán un gran acto de justicia social y cultural, colocándolos en la gloria revolucionaria?

¿Tendrán que ser de la talla de Cristóbal Jiménez, Colectivo La Cantera, Lloviznando Cantos, Cecilia Tood, Oscar de León, Hanoi, Gustavo Arreaza... para cantar o declamar al lado del Comandante Chávez, a fin si les paran más pelotas?

Pregunto: ¿Así es se construye el verdadero artista nacional, en tiempos de revolución?

¡Qué esperanza para el artista de abajo!


(*) Luchador Social
freddigodoy@yahoo.es


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3604 veces.



Freddy Godoy (*)


Visite el perfil de Freddy Gil para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: