Los trabajadores deben estar claros en la situación que acontece en el medio eléctrico nacional, tanto o más que la misma sociedad consumidora de éste vital servicio... ¿Por qué los trabajadores? Porque los trabajadores saben a conciencia el diario acontecer y manejan la realidad, lejos de virtuales acontecimientos políticos donde los seudodirigentes gremiales protagonizan escándalos con paros y protestas persiguiendo curules en la Asamblea Nacional, Consejos Legislativos y Concejalía.
La masa obrera debe preocuparse por una real y verdadera transformación en el modelo de producción en las empresas eléctricas, el cual sólo se logra con la participación directa de los trabajadores y el pueblo en la toma de decisiones, es decir productores y consumidores, a través de mecanismos de corresponsabilidad con propuestas valederas y una visión objetiva en el relanzamiento de la Industria Eléctrica Nacional donde se priorice el recurso humano como potencial de garantía en la mejor prestación del servicio; sólo así, conjugando estos factores, se logra el desarrollo sostenible de la nación socialista.
Hay una pregunta importante que debemos hacer a los que dirigen estos sindicatos ¿por qué los trabajadores no hacen uso del los CDI o Centros de Diagnostico Integral que existen en cada sector de los 366 municipios que conforman nuestro territorio nacional mientras que en los contratos colectivos que ustedes discuten las clausulas más importantes son las del HCM? No será que hay intereses con las empresas aseguradoras? Los sindicatos que agrupan a los trabajadores de la empresa eléctrica deben someterse, a una constante revisión con el fin de ponerse de acuerdo con sus agremiados y definir un objetivo y así ponerle punto final a este conflicto y darle comienzo al desarrollo sustentable del sector eléctrico del país.
La Corporación Eléctrica no sólo es un punto estratégico para el Gobierno socialista, sino de vital importancia para todos los trabajadores conscientes de la situación económica del país, de los precios del petróleo, de los inconvenientes que se plantean con la Convención Colectiva de Trabajo; de allí que, debe plantearse exigencias en concordancia con el escenario económico difiriendo algunos costos de la Convención Colectiva de trabajo; y exigir por ejemplo, lo más indispensable como la homologación de sueldos, salario y tabulador, como una de las reivindicaciones más necesarias y sentidas de todo el sector eléctrico, con lo cual se permite el flujo de ideas y la garantía del acuerdo contractual.
La vigencia de una Ley Orgánica del Trabajo (LOT) todavía mantiene dispositivos que favorecen el manejo “cogollerico” negando la democracia participativa y protagónica de todos los trabajadores y con lo cual se permite que la irresponsabilidad de los cogollos venga planteando una Convención concluida a la espera de la respuesta del ejecutivo cuando realmente falta por discutir 24 clausulas económicas.
Aun así se convocan acciones conflictivas sin la información previa y fidedigna a la clase trabajadora sometiendo confrontaciones innecesarias que sólo retardan la corrección de rumbos y evitan el análisis de la situación política coyuntural del país. Por otro lado se evidencia del remitido publicado en Últimas Noticias con fecha 29 de agosto el atizamiento de luchas intestinas en el movimiento obrero, con medias verdades, con marcadas contradicciones y una indefinición política de apoyo al proceso revolucionario.
Si observamos detenidamente el desarrollo de un deterioro progresivo, podremos darnos cuenta de que muchas de esas fallas que hoy se presentan deben ser premeditadas con el objetivo de provocar descontento y desgaste de la gestión de gobierno para impedir el rumbo socialista. Con todo esto, la sumatoria de posibilidades en detrimento del bienestar de los trabajadores es igual a los trabajos realizados por una oposición socialista que desea impedir la consolidación del sistema, con lo cual se nos obliga a decir que no están todos los que somos ni somos todos los que están.
Los trabajadores, como masa laboral que permanece ajena a las directrices que manejan la empresa, deben promover la reorientación direccional que permita construir un modelo participativo en la gestión, donde el servicio laboral prestado se encamine prioritariamente a llevar calidad de vida a los usuarios.
No se puede convalidar ninguna figura que coloque en riesgo la estabilidad de estos trabajadores ni permitir que se obstaculice el desarrollo del verdadero socialismo con la aplicación de métodos neoliberales tecno burócratas que se ha apoderado del sector eléctrico. El objetivo de ésta política es destruir la moral y fortaleza en el liderazgo de los profesionales medios, quienes junto a los trabajadores han mantenido el funcionamiento de las empresas.
La masa laboral debe promover con la urgencia de las circunstancias una mesa de trabajo de alto nivel conformada por un representante de CORPOELEC y los representantes de los trabajadores para elaborar planes que lleven al mejoramiento de la empresa eléctrica en el país.
En función de lograr los objetivos de una empresa eficiente y acorde al modelo socialista de participación y corresponsabilidad, los trabajadores deben participar de manera directa y efectiva en la discusión de la Ley Orgánica del Servicio Eléctrico, para buscar la implantación de una tarifa social, los pagos de las deudas de los organismos oficiales en servicio eléctrico y a su vez la búsqueda de fórmulas de sostenibilidad financiera de la industria, así como la actualización tecnológica venezolana para dejar la dependencia de empresas transnacionales.
Como punto final y en aras del logro de objetivos socialistas trazados debemos impedir la secuela de protestas promovidas y provocadas por factores políticos adversos al proceso socialista, permitiendo así la reconstrucción con un proceso normal de capitalización y consolidación, que culmine rescatando la funcionalidad endógena de las empresas eléctrica socialista.
FRENTE BOLIVARIANO DE TRABAJADORES DE LA ELECTRICIDAD
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