El día que supe del mandarriazo que el Alcalde de Puerto la Cruz, Lic. Nelson Moreno, le propinó a una de las estructuras construidas en el Paseo Colón, fue un día que gocé de lo lindo. Observé en ese acto y en la foto que los medios comunicación nos permitieron observar, una señal de lo que suponía veríamos como expresión de lo que tenía que ser un municipio y una gestión revolucionaria. Viéndole ahora desde septiembre del año 2011 y considerando que por el Municipio Juan Antonio Sotillo han pasado dos “revolucionarios” con 3 períodos y casi doce años gobernando, estoy completamente seguro que ese acto que nos ofreció una señal de lo que suponíamos veríamos, fue definitivamente el último aliento revolucionario del camarada y comandante pantera, que era como popularmente se le llamaba y lo conocíamos.
En ese mandarriazo, soltó todo lo que tenía de revolucionario y lamentablemente se nos desinfló. Tuvo que haber descubierto la manera incorrecta y poco revolucionaria del buen vivir o de vivir bien y el comandante pantera se nos extravió. Se ve por ahí como miembro del equipo de los 15, pero se le ve política e ideológicamente extraviado, aunque habla de Bolívar, Mark y Che Guevara. Algunas veces, bajo su lujosa e impecable chaqueta, muestra una franela con alguna destacada figura política, pero todo es pintura exterior de esas que son resistentes al sol, lluvia y el salitre propio de la zona.
En estas reflexiones sobre el estado Anzoátegui, tengo días dándole vueltas al asunto y tratando de encontrar una explicación del porqué ese mandarriazo que auguraba un extraordinario cambio en Puerto la Cruz se desinflo tan repentinamente y pantera dejó de ser lo que supuestamente anunciaba y prometía. El sitio escogido para dar el mandarriazo, que pudo ser un mandarriazo histórico, fue el Paseo Colón que era y es un icono que nos identifica como estado y como Municipio. El Paseo Colón, hoy paseo de la Cruz y el Mar, debería ser para Anzoátegui lo que Ipanema y la avenida Viera es para Río de Janeiro. A partir de ese pequeño espacio pudo diseñarse un proyecto de gobierno revolucionario municipal y de ahí era muy fácil instalarse como gobernador en la sede de gobierno “General José Antonio Anzoátegui”.
El mandarriazo llevaba aparentemente el signo de la humanización y de un cambio que desafortunadamente no llegó. Hubo sin lugar a dudas un ligero “cambio” pero con más cemento del que originalmente tenía y más espacio para el Dios Carro. Aún con la incorporación de artesanos; el paseo de la Cruz y el Mar de hoy, muy en el fondo es también una prolongación del Puerto la Cruz que durante muchos años estuvo repleto de buhoneros. No hay efectivamente grandes negocios en los espacios próximo a la playa, pero cambiamos estos negocios por más cementos, más buhoneros y la bahía continúa estando muy contaminada. El trafico y la prostitución está asomada por ahí y no dejan de coexistir con el viejo paseo Colón.
El Comandante pantera se olvido de un plan y adoptó a Nasar. Sotillo inexplicablemente durante varias gestiones revolucionarias ha carecido de un plan rector y esta ausencia no es casual. La ausencia de un plan rector no viabiliza nada agradable para la ciudad y sin plan municipal, toda anarquía y negocio es posible. La última gracia o desgracias que le hemos dado a Puerto la Cruz, es tener prácticamente una estación de transferencia de basura en plena avenida municipal. Salvo esta “obra”; la alcaldía no ha hecho muchos aportes. No hay mucho que mostrar porque ni el servicio de aseo urbano muestra un saldo positivo en cuanto a frecuencia en la recolección.
El mercado de buhoneros construido en la calle Maneiro es una realidad por una inversión de la gobernación. Me cuesta mucho escribir esto, pero después de la gran cantidad de cemento que ahora tiene el Paseo Colón, que ha podido ser nuestra IPANEMA; el paseo luce mucho cemento y la bahía continua siendo el gran pozo séptico de todo el municipio. Ese mandarriazo que ayer me logró alegrar el alma por la simbología que contenía, es una cruz un poco más grande y pesada que la cruz que colocaron en el hoy Paseo de la Cruz y el Mar. El Municipio continúa siendo el mismo que dejaron los adecos y el gobierno municipal, poco diferencias muestras con respecto a los esquemas de gestión de la IV.
El Camarada Nelson se le ve muy bien en los actos, pero no puede ocultar su situación de extravió. El actual Alcalde está un poco peor, porque no modela como pantera, que sin lugar a dudas tiene dotes o pinta externa de autor de cine. El actual alcalde se ve más bien perdido y sin horizonte. Unos revolucionarios así, si lo fuesen, deben tener pesadillas aunque sean alcaldes y salgan resuelto.
@ClaudioElcuaco
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