Si mis lectores lo han podido observar, se ha realizado un ligero análisis sobre algunos aspectos que consideramos claves en gobiernos locales y en el desempeño del PSUV en el estado Anzoátegui. Aunque alguien lo pueda haber entendido como una manera inadecuada de hacer públicos situaciones que se conocen internamente; en verdad no lo asumí así. Consideré que la autocrítica es una herramienta de gobierno y como tal, traté de utilizarla. El silencio siempre me ha parecido la manera más errática de practicar el doble discurso.
Hay cosas por ajustar y hacer en las cuales el equipo de los 15 tiene una gran responsabilidad. Por ejemplo, hay que equilibrar los esfuerzos en esa tarea que se concreta en lo que se llama “formación ideológica” y otros programas de formación que deben de estar dirigidos a nuestros gerentes para trabajar algunos conceptos y procesos elementales que faciliten tener un mejor desempeño. Sugiero que en este esfuerzo, los impulsores de esta iniciativa que llaman “formación ideológica” se tomen un tiempo y revisen algunos textos clásicos de Mark y después trabajen por lo menos dos de Ludovico Silva y así, tener la oportunidad de trabajar en esa línea de la llamada formación ideológica con mayor tino y CONCIENCIA.
Antes de redondear la idea de una escuela de gobierno organizada desde el PSUV Anzoátegui, debo afirmar que no es están necesario ser profesional, magíster o doctor de verdad –no abogado- para lograr un buen desempeño al frente de una institución y con los lineamientos políticos, programáticos y éticos del proceso. Es fundamental ser muy buena persona, humilde, solidario, comprensivo y atender con respeto a las ciudadanas y ciudadanos que acuden a los organismos para tramitar una necesidad o presentar un reclamo. Esas cualidades son muy necesarias, suficientes y si se tienen, la pela está ganada muy tempranamente. Por supuesto, se entiende que una persona que está al frente de una institución, es precisamente una persona y en consecuencia, es posible que tenga un mal rato, pero ese mal rato no debe trabajarlo en su relación con el público.
Introduzco este asunto en esta consideración, porque tuve una experiencia, que después fue conversada con muchos voceras y voceros de Consejos Comunales y la opinión fue más o menos unánime, respecto a la idea que me había formado producto de mi experiencia. El problema sobre el desempeño de una institución es necesario plantearlo en el marco de esta propuesta de escuela de gobierno, bajo una consideración personal, porque a veces y por lo que he investigado; las instituciones asimilan mucho las condiciones de una persona y llega un momento en que persona e institución son una misma cosa. Si la persona es atenta, educada, humilde, colaboradora, eficaz, eficiente y diligente es una ventaja porque la institución adopta esas cualidades y todo va bien.
Mi experiencia que aconteció en el curso de este año, está involucrado un Director de una importante Corporación del Gobierno del estado. No interesa el nombre porque se trata de exponer la importancia de este hecho. El personaje en un encuentro con un grupo de voceras y voceros entre los cuales me encontraba, no fue ni humilde, ni educado, ni colaborador, ni solidario y lo peor; por un análisis que se realizó posteriormente, es una persona espectacular y profundamente ineficaz e ineficiente.
Se me ha dicho que este prototipo de funcionario y funcionaria abunda mucho en responsabilidades de gobierno revolucionario y en esto no vale formación de ningún tipo. Más que formación, este gerente de esta importante Corporación y otros como él o ella, requieren de una labor de reeducación para reinsertarlo a la sociedad y al proceso. En estos casos, se impone entones con esa labor de reeducación, pedirle que frente a las personas y representantes comunitarios no solamente haga el esfuerzo se soltar una sonrisita que ayuda mucho para que uno se deje como ver como gente, sino que entienda que las comunidades organizadas son los aliados más importantes de este proceso y en consecuencia, hay que saber atenderlo y dedicarle tiempo. El Comandante todo esto lo ha resumido en una gran lección con poca filosofía: “Mandar obedeciendo al pueblo”. Es así de sencillo y facilito.
La propuesta de la Escuela de Gobierno, que no es algo enteramente extraordinario ni novedoso, simplemente pretende conformar un equipo de profesionales voluntarios y estructurar un programa de trabajo muy regular donde vayan trabajándose temas, situaciones, problemas que son fundamentales para crear las condiciones de mejor desempeño de nuestras instituciones y nuestros camaradas que ocupan cargo de gran responsabilidad. Esta escuela de gobierno ha de estructurar un plan de trabajo que cubra situaciones con un cierto sentido de mayor formalidad y actividades que pueden ir tratando aspectos más del día a día a través de foros, charlas, debates, seminario y otra iniciativa que cubra este día a día.
Tengan la seguridad, que en el estado Anzoátegui hay capacidad y ánimos de asumir voluntariamente un trabajo como este, que no es exigencia de primer orden, pero puede ayudarnos bastante en hacer más efectivo y eficaz el desempeño de nuestras instituciones y nuestros gerentes, que si es muy importante para que el proceso se expanda.
@ClaudioElcuaco
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