Los Municipios Inviables de la IV: ¿Qué Hacemos con ellos?

La idea sobre la que oriento esta nota, no es mía, se la oí a la Alcaldesa Rita Jiménez del Municipio Píritu en Anzoátegui en una reunión en la sede estadal del INE. La Alcaldesa en una de sus intervenciones asomó la situación de limitación financiera que confronta la Alcaldía e inmediatamente, asocie este hecho con la situación de los municipios que ayer fueron Inviables y hoy desafortunadamente siguen siéndolos. Fue un problema que en su oportunidad y cuando me desempeñaba como Concejal en el Municipio Sotillo, fijé posición porque la “política” de crear nuevos municipios, fue un capricho de AD y COPEI con la finalidad de satisfacer los antojos de algunas individualidades que aún no habían resuelto económicamente sus vidas: “líderes” sin oficio y en búsqueda de un póngame donda haiga, aunque sea poquito.

Ironías de la dinámica política venezolana que nos sirven de espejo para ver los dobles discursos de la oposición. Ayer AD y COPEY desobedeciendo pautas contenidas en leyes que regían la materia, se encargaron de trazar líneas para crear municipios; dividiendo territorios indivisibles desde el punto de vista geográfico y cultural, que además de no tener capacidad económica no reunían la población exigida por la leyes de entonces. Estos señores que ayer actuaron de esta manera, son los mismos que se han opuesto a la política que en materia de ordenación del territorio ha emprendido el proceso, cuya razón de ser, ha estado sustentada en una visión geográfica, territorial y política muy distinta. La nueva geometría del Poder, no divide, busca integrar, atricular  y mejorar desequilibrios territoriales y sociales dejados por sus administraciones.

En Anzoátegui se crearon por obra y gracias de esta política de AD y COPEY desde lo que se llamaba Asamblea Legislativa Estadal, un total de siete municipios y la mayoría de ellos, eran y aún son modestas comunidades. La mayoría de estos municipios continúan siendo inviables y sin mucha vida propia. Entre un 80 y 90% de los ingresos que perciben por situado, deben servir para alimentar una burocracia que esa decisión generó y que no ha podido atender las expectativas que se plantearon. Muchos de estos municipios, dependen en un 100% del situado y ese mismo 100% se lo consume la burocracia.

Uno de esos casos donde hasta el sentido común recomendaba lo improcedente de la división, es Píritu y Puerto Píritu (Fernando de Peñalver) y ahí precisamente, la división fue visiblemente caprichosa para satisfacer los antojos de un tal Curupe (COPEI) y un tal Francisco González de AD. La sabiduría popular suele burlarse de esta división, diciendo que cuando un vecino de Píritu o de Puerto Píritu va al baño a desocuparse, coloca una parte de su trasero en Puerto Píritu y la otra en Píritu.

La Alcaldesa Rita Jiménez hacía referencia a su realidad y manifestaba preocupación por la situación con la que tenía que lidiar desde el punto de vista presupuestario financiero. Comentaba que en su territorio, Concejos Comunales con su trabajo y haciendo uso de una política revolucionaria han logrado financiamiento para proyectos por montos que superan o casi superan los recursos que por situado reciben la Alcaldía. Esta aparente incongruencia, entre la opción que ha generado el Proyecto Bolivariano con la importante política de promover el Poder Popular y la existencia de Municipios sin capacidad financiera (inviables), debe ser objeto de un análisis en el seno de esas comunidades y del CLE para transformar o darle un nuevo sentido a esa realidad, que luce contradictoria.

Una situación que puede evaluarse con el concurso de los consejos Comunales es la posibilidad de regresar el territorio tomado para nuevo municipio a su antigua situación. Es decir, anexar el municipio creado a su municipio de origen. En el caso de Píritu y Puerto Píritu, que se encuentra ubicados en la parte oeste del estado Anzoátegui, aun reuniéndolo en un Municipio, creo que no alcanzan suficiente capacidad financiera para sostenerse. Esta puede ser una alternativa para incluirla en un debate con las comunidades organizadas y generar iniciativas que faciliten un mejor tratamiento de sus problemas. No soy geógrafo, pero territorialmente esa división era imposible.

Posiblemente este sea el caso de Santa Ana y Mac-Gregor (El Chaparro) que fueron creados como nuevos municipios y antes eran parroquias del Municipio Aragua de Barcelona. Los Marcos Conceptuales que el gobierno viene generando en cuanto a la variable territorial, geográfica y la situación de empoderar al Poder Popular con un conjunto de leyes que si bien no son definitivas, apuntan a un desarrollo y fortalecimiento de las comunidades organizadas, es una buena justificación para pensar en un debate que permita darle un mejor sentido a estos municipios que siempre fueron inviables.

Si esta alternativa de integrar estos territorios a sus municipios de origen no es viable, el debate debe darse porque es necesario crear un mecanismo institucional, en el marco de la Constitución Bolivariana y la Constitución del estado Anzoátegui, que asegure la articulación entre los consejos comunales y las alcaldías, sobre la base de no dispersar recursos y montarse sobre la necesidad de pensar principalmente en proyectos estructurantes que permitan atender debilidades y proyectar fortalezas. Sin la fijación de un mecanismo institucional claro y preciso que permita la articulación e integración de esfuerzos y recursos; las debilidades se harán más complejas y no se tendrá capacidad institucional para aprovechar las oportunidades.

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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